Orígenes secretos, 2020
Una buena apuesta.
Orígenes secretos es un compendio de muchísimas referencias que se sustenta en que está rodada en España. Si una película, con el mismo planteamiento, con los mismos personajes y mismas referencias nos viene desde Hollywood sería algo horrendo. Dado que no estaría tomando simplemente prestadas infinidades de elementos de distintas películas, se estaría riendo, de una forma muy mundana, de aquellas películas que hacen producir dinero en la meca del cine.
Es por ello que esta película tiene todavía más fuerza. Consigue en una misma escena reírse de los frikis y a la vez elevarlos a héroes.
David Galán Galindo debuta como director de un largometraje que es intensamente profundo para él (al menos eso he entendido en las entrevistas que ha concedido). Lo bueno de David es que no teme enfrentarse a que se burlen de él por coger referencias de todos los lugares. En una escena podemos empezar por nombrar a Seven y acabar con The Big Bang Theory. Lo bueno es que no le importa, porque él mismo a través de la forma narrar consigue que todo cuadre y <<ridiculiza>> además que eso ocurra. Dando a entender que todo aquello que toma prestado es utilizado para narrarnos una historia diferente a las demás, con un final que realmente no es lo que parece si has estado atento a todo el transcurso de la película. Un trabajo narrativo audiovisual exquisito, donde las escenas de acción no desentonan con el tono de la película y dónde se convive con un humor seco, aunque divertido.
El guion, firmado por el mismo David Galán Galindo y Fernando Navarro (Verónica, 2017) está más que bien hilado. Gracias a la mezcla de géneros consiguen que la acción de la película y el transcurso de las secuencias sean muy amenas y no se te ocurre mirar la hora, porque siempre ocurre algo en la película. Además, si consigues entrar en ese universo (no tan lejano) los diálogos tienen muchísimos gags, chascarrillos y demás, que hacen las delicias de los más frikis (me incluyo).
Encima, como cuadro actoral tenemos a uno de los actores más en forma del panorama como es Brays Efe que está maravilloso. Javier Rey, que realmente es la punta de lanza del filme y consigue ser el actor perfecto, ya que tiene ese carisma interpretativo capaz de hacerte reír aun estando serio. Luego como chamán del filme tenemos al gran Antonio Resines que comparado con otras interpretaciones suyas está como desacelerado; no tiene prisa por actuar y eso se agradece y le podemos disfrutar más de lo habitual. Los que están tal vez un poco fuera de lugar, aunque por causas dispares, son por una parte Verónica Echegui que no termina de entrar en el juego, no tiene chispa junto con sus compañeros (y eso que tiene un personaje que es muy potente). Y, por el otro lado, está Ernesto Alterio que al principio como doctor chiflado está guay, pero su giro argumental produce que lleve a su personaje a algo histriónico que te saca un pelín del filme.
Quiero destacar el trabajo de VFX y de arte del filme. Muy currados, muy trabajados. Ojalá más películas con esta factura técnica en España. Además, las localizaciones, yo tengo el problema que soy de (aquí de) Madrid, y ver tan bien fotografiada Madrid, como hacía años que no veía, me alegra.
Ya os dejo, no sin antes apostillar lo buen filme que es, aunque sea un cóctel de mil y una películas.
Puntuación: 7/10
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