Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, 2004
Un antes y un después.
Tercera entrega de las aventuras del joven Potter. En esta
ocasión tenemos un presunto asesino despiadado, una conspiración y ciertos
reencuentros con amigos del pasado que se convertirán en fundamentales en el
futuro.
Este filme es el que marca una estética, un mundo más sombrío, más mágico, más humano, más cercano a nosotros, pero sigue por esa senda mágica alejada de todo lo muggle.
Aquí, con esta tercera entrega se empieza a ver cómo un ciclo de dos películas en dos películas que abren y cierran, formas de mostrar y de narrar internas de las películas.
Este filme es el que marca una estética, un mundo más sombrío, más mágico, más humano, más cercano a nosotros, pero sigue por esa senda mágica alejada de todo lo muggle.
Aquí, con esta tercera entrega se empieza a ver cómo un ciclo de dos películas en dos películas que abren y cierran, formas de mostrar y de narrar internas de las películas.
Alfonso Cuarón (Y tu
mamá también, 2001), es el encargado de romper con casi todo lo establecido
por Columbus en las anteriores películas. Rompe la estética más ochentera,
destruye la clásica películas de aventuras infantiles, para convertirla en un
thriller infantil. Y, lo mejor de todo, marca una estética más sombría la cual
rezumaba de los libros pero que antes no la habíamos podido disfrutar. Además,
aquí se consigue una maravilla, narrar lo importante de la novela, lo
fundamental, lo que hace que la historia sea lo que es y que no se pierda nada
del libro, pero bien aderezado, bien atrezado con objetos, personajes,
escenarios que casan a la perfección con el mundo creado por su autora
principal.
Cuarón además da un salto de madurez a los personajes. Aquí en el filme les
vemos avanzar emocionalmente, no simplemente resuelven los problemas que les surgen
a los personajes y nos quedamos como estamos, si no que entienden lo que pasa,
lo asumen como suyo y tienen un recorrido emocional enorme, comprensible para
todas las edades del filme.
En cierto modo, la película que se supone está direccionado a un público más joven,
más de 10 años, el público que va a verlo es mucho más mayor y
nos proponen un filme asumible.
Al cargo del guión sigue nuestro querido amigo Steve Kloves.
El cual hace algo excepcional. Escribe un buen guión, una buena versión de la
novela con los elementos fundamentales continuistas necesarios para que la
historia avance y no se pierda la línea, el horizonte.
Pero hay una buena comunión entre director y guionista, los cuales establecen una forma de narrar diferente y se permiten el lujo de añadir elementos extras a la historia, que en verdad, no son necesarios, pero enriquecen sustancialmente la historia y consiguen que sea amena, divertida y terrorífica con las dosis justas.
Pero hay una buena comunión entre director y guionista, los cuales establecen una forma de narrar diferente y se permiten el lujo de añadir elementos extras a la historia, que en verdad, no son necesarios, pero enriquecen sustancialmente la historia y consiguen que sea amena, divertida y terrorífica con las dosis justas.
Volvemos al trío actual, que adquiere un rol mucho más
importante, Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, ya no solo corren,
investigan y chillan como locos; asumen que son seres con sentimientos, que son
capaces de incluir en sus personajes un recorrido emocional a lo largo del
filme, para pasar de tiernos niños a adolescentes con sus problemas e
inquietudes, con ganas de saber la pura y dura verdad.
Michael Gambon, como el nuevo Dumbledore se comporta de una forma muy correcta,
es verdad que en este filme emula mucho a su predecesor, pero en futuras
películas le da vida de una manera soberbia. David Thewlis, el profesor Lupin junto con Gary Oldman, el tío de Harry Potter,
nos deleitan con unos personajes que serán fundamentales en la historia, que
son necesarios para que Harry aprenda a sobrevivir y a entender la magia y su
vida. Buena introducción de ambos.
Quiero volver a destacar, llegados a este mundo, la
estética, más fría, más negra, que hay en el filme, todo sombrío, muy oscuro,
que en realidad la luz que tenemos nos la dan los propios actores, con sus
sonrisas y eso es tremendo.
Para mí, y mi gusto, es la mejor. Ya no solo de
entre los tres primeros films, si no de la saga en general. Hay películas igualmente buenas a esta, pero aquí tenemos una que es única y que marca tanto
y hace tanto bien a la saga que las demás la terminando emulando y eso solo
hace reforzar mi teoría de que Cuarón es un tío muy bueno e hizo una gran
aportación al universo Harry Potter, tanto cinematográfico como novelístico.
Puntuación: 8/10
Podéis encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
0 comentarios:
Publicar un comentario