Harry Potter y la cámara secreta, 2002
Continuamos la aventura.
En esta segunda parte de las queridas aventuras del joven
Potter se complica la cosa, él ya mago y sabiendo las dificultades que esto
conlleva, sobrevive en un mundo en el que cual él tiene que hacer nexo de unión
entre el mundo muggle y el mágico, además las aventuras en Hogwarts se
complican con desapariciones, voces que sólo él oye y una batalla épica final.
Todo ello bien aderezado de magia, fantasía y buenas carreras.
Todo ello bien aderezado de magia, fantasía y buenas carreras.
Chris Columbus, repite como director de esta segunda parte,
la dota de un aire mucho más negro que la primera, a ver el filme lo pedía,
pero sigue siendo filme para niños. El señor Columbus no quiere que crezcamos,
como crece nuestro personaje, lo que nos intentan mostrar es duro, es oscuro,
es tenebroso, pero nos lo muestran de una manera muy infantil, demasiados
aspavientos y desaires, hay momentos de gritos o chillidos que están forzados,
no funcionan, pero claro al señor director le encanta el cine ochentero hagámoslo
así…
Es un fallo, porque visualmente Chris Columbus es fuerte y potente; aquí en
este filme los efectos están mejor conseguidos, no se busca tampoco forzarlos y
eso es de agradecer, ya que, todo parece natural y conveniente para la escena
que se desarrolla, pero la forma de narrar y la forma en la que quiere que
actúen los personajes vuelve a fallar, como fallo en la primera película.
Al guión repite nuestro ya querido Steve Kloves, que en esta
ocasión comienza a narrar y a separarse paulatinamente de los libros. Sí que es
verdad que sigue el esquema del libro a rajatabla y no se alta ni una coma,
pero hay escenas (momentos) que en cine han de ser contados de una manera más
rápida y amena, algo que se agradece sobre todo, que el libro queda denso en
explicaciones de decorado, algo que no siempre es bueno y aquí, evidentemente,
se inventan ese decorado y queda realista y efectista.
Ahora eso sí, seguimos sin desarrollo de personajes, en el primer filme okay es el primero, les dan un problema y lo resuelven, pero no crecen, no aprenden… Aquí seguimos igual, seguimos jugando con niños y, en los libros, no es así, siempre se da un paso y aquí tardan hasta la tercera parte en demostrarnos que nuestros personajes aprenden a ser personas y magos.
Ahora eso sí, seguimos sin desarrollo de personajes, en el primer filme okay es el primero, les dan un problema y lo resuelven, pero no crecen, no aprenden… Aquí seguimos igual, seguimos jugando con niños y, en los libros, no es así, siempre se da un paso y aquí tardan hasta la tercera parte en demostrarnos que nuestros personajes aprenden a ser personas y magos.
A nuestro trío actoral, se le une como nuevo profesor de
Defensa contra las Artes Oscuras un alocado y fanfarrón Kenneth Branagh, que
lástima que solo salga en este filme. Aunque la que destaca como actriz
secundaria, pero con matices importantes es la señorita Bonnie Wright (Ginny
Weasley)papel corto aunque directo. Destacar que en este filme adquieren más
protagonista, por estricto merecimiento, Maggie Smith y Alan Rickman, los cuales
nunca perderán ya esos momentos mágicos y deliciosos en pantalla.
En cuanto al encuadre visual, lo dicho, es más efectista que
la primera, ha envejecido mejor y eso que la técnica tampoco había evolucionado
tanto, pero no intenta llegar a donde no puede como le paso con la primera. Ahí
aprenden de sus errores y hacen que todo el VFX y demás efectos queden de forma
correcta y efectistas en pantalla, sin demasiados detalles.
En general, seguimos al joven Potter en una aventura, donde
lo más interesante y lo mejor hecho está, en su media hora final.
Puntuación: 6/10
Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
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