13 nov 2016

Harry Potter y el cáliz de fuego

Harry Potter y el cáliz de fuego, 2005 


A mitad de camino. 

Nos encontramos a mitad de todo, a mitad de la saga, a mitad de los cursos, a mitad de las aventuras. Y este año se prevé un año lleno de emociones. Escuelas de magia se reunirán para realizar un torneo épico, romances ocultos aflorarán y Voldemort resurgirá con más fuerza que nunca.

Mike Newell (La sonrisa de Mona Lisa, 2003) recoge el testigo de Cuarón. Sí que sigue con esta estética tétrica, más recargada, ya que es más apropiada para este estilo de películas. Pero sí que volvemos a una historia mucho más de aventuras propiamente dicho, cierto es que el contenido del libro lo requería y, en este caso, se consigue casar de forma correcta las aventuras con una película para adolescentes sin aburrir al público más adulto. 
En todos los filmes tenemos amplios paisajes, grandes planos largos para ver el castillo y sus alrededores, pero en ninguna película los tendremos más bonitos y cuidados que en esta.

Steve Kloves, sí, nuestro querido guionista, sigue al mando de los guiones. Es fundamental que el guionista siga el control de los filmes, ya que desde aquí hay que empezar a narrar. Los libros se vuelven muy densos en explicaciones mágicas y hay que conseguir resumirlas para no llegar a un filme de 4 horas.
Es verdad que este libro era el más difícil de adaptar, contiene mucha información y había que elegir las que mejor quedarían para que el resto de películas que faltaban tuvieran una lógica y fueran entendibles sin necesidad de los libros.

Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson, continúan teniendo sus momentos, ya desde el anterior filme todo se vuelve mucho más oscuro, más tétrico y aquí no iba a ser menos.
Como actor a destacar Michael Gambon nos muestra a un Dumbledore, más humilde, más humano, perdido en su indecisión de tratar a un joven Potter en un adulto o seguir engañándolo como hasta ahora; en cierta manera, comienza a construir al personaje a su imagen y abandona más al Dumbledore de Richard Harris.


En el apartado técnico, sí que destacaría los efectos especiales. Considero, como he dicho antes, que la imagen es exquisita y está cuidada hasta el milímetro. Los efectos, las transformaciones, los animales mágicos, aquí comienzan a tener un tratamiento muy perfeccionista y eso hace que hoy día haya envejecido muy bien; es la que marca un antes y un después en el estilo VFX.

Como reflexión diré que sí, que es cierto, es un buen filme técnico, está bien versionado, etc. Pero, es un coñazo de película. Las secuencias se suceden única y exclusivamente para el colofón final cuando llegamos el señor Tenebroso que resurge, es lo único importante, el resto es todo paja.


Puntuación: 5/10


Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

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