Harry Potter y las Reliquias de la Muerte. Parte I y II, 2010/2011
Duración del filme, 4 horas y 36 minutos.
La saga del joven mago fue la precursora de hacer dos partes
del último relato de una saga. Después continuaron “Crepúsculo”, “Los Juegos del
Hambre” e incluso el “Hobbit”
(que fueron tres partes).
Con esto no quiero decir que sea bueno o malo, es alargar lo
inevitable, que se acabé una saga. Visto de una manera artística es difícil y,
realmente, no queda bien, porque si adaptar una novela es complicado, una saga es
horrible, ya que no puedes sacar a todos los personajes, tienes que
seleccionar subtramas e incluso de la narración principal elaborar elementos
conectores diferentes al de la novela para que sea más comprensible al
espectador.
Así que, al final, la única explicación plausible y
comprensible, al menos para mí, es que hacen esto para duplicar la recaudación
en detrimento del arte y de la propia Saga.
David Yates nos sumerge en esta locura de película. Insisto, para mí es solo una película, ya que los propios filmes no crean, no generan subtramas adicionales y no resuelven nada, no existen partes diferenciales.
Durante las 4 horas y 36 minutos del filme, hay escenas
mejores y peores, pero por decir algo genérico, es que vemos por fin unos
personajes maduros y que entienden lo que pasa y saben cómo actuar ante las
situaciones; aunque no tengan planes. Hay un objetivo, una meta clara. En otras
ocasiones íbamos resolviendo acertijos y nos adentrábamos en las aventuras, en
esta ocasión podemos centrarnos en un objetivo e ir viendo a dónde nos lleva.
No es difícil seguir el argumento principal, que en sí ya es
denso, pero donde más se puede perder el espectador es en la relación con los
personajes, se ve, porque lo estoy viendo, cómo se conocen los personajes, pero
es difícil llevar la correlación de personajes entre ellos y es demasiado fácil
extraviarse (incluso más que en “Juego de
Tronos”, o ahí ahí andará), ya que hay personajes que tienen una relevancia, pero no es
posible darles esa importancia, ya que lo más urgente es que nuestro trío de
héroes resuelvan sus problemas, que para eso estamos viendo 4 horas y 36
minutos de película, y no nos centramos en el resto de personajes que también componen el mundo mágico.
La narración aquí de Yates es efectiva, con su temple suave
y pausado nos conduce a través de toda esta maraña de personajes, acciones,
lugares, traiciones que nos conducen a un destino ya anunciado hace dos
películas Harry y Voldemort han de enfrentarse. Lo mejor, y el salto cualitativo
en cuanto a la anterior película, es como maneja a los actores, les lleva al
límite en muchas ocasiones, pero nunca queda extravagante. Sí que hay nuestra dosis
de aventura, y en un filme tan largo, por fin Yates consigue una narración
rápida cuando se requiere y una más pausada cuando se necesita una explicación.
También lleva al siguiente nivel lo de "mejor enseño que cuento", porque aquí nos enseña, y ya si acaso, nos cuentan qué hemos visto, algo curioso.
Steve Kloves escribe esta película de 4 horas y 36 minutos con el mejor temple que puede tener.
Se narra la trama principal como se puede, con todos los
problemas y carencias que han ido surgiendo a lo largo del resto de películas.
Además, que como ocurre en el libro, todo sucede con demasiada precipitación, y la película no puede detener esa precipitación porque ya sería cambiar
demasiado el libro.
Lo peor del guión es la introducción de personajes que
deberíamos conocer de otras sagas, y aquí les ponemos rostro, interactuamos con
ellos (o lo que se pueda). Es difícil, yo lo sé, pero si se hubiera llevado de
otra forma otras películas, hubiera sido más fácil en esta última poder captar
y entender todo el universo que nos quieren vender.
Tal vez lo más curioso del filme es la falta de frases
lapidarias o de respuestas condenatorias, algo bastante increíble y que le dan
un toque al filme distinto a otros semejantes. También que avanzamos en la
aventura gracias a otros personajes, no únicamente a nuestro trío principal, si
no que requieren de la ayuda de otros y por eso hubiera sido mejor conocer a
los personajes llave, para entender porqué ayudan o porqué aparecen en ese
momento.
Reparto… El reparto aquí es inmenso y necesario, ya que es
gracias a esos personajes por lo que avanzamos en la historia. En general, bien
elegido y bien ejecutado.
Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, dan un paso de
gigante en este filme. Lo asumen todo y su manera de interactuar con otros
personajes es soberbia. Los momentos en los que están solos y tienen que
entender qué está pasando o explicarlo entre ellos (y para nosotros) está
realmente bien; no queda forzado.
Tal vez, como actuación que sobresale sería la de Helena
Bonham Carter, que de lunática chiflada está fantástica.
Aunque la némesis del señor Potter - el señor Voldemort,
está fantásticamente bien interpretado por Ralph Fiennes; cierto es que ayuda
mucho la caracterización, que es sublime, pero él le da ese toque horripilante
y grimoso, que es maravilloso. Entiendes que sea malo simplemente con verle
por detrás.
En general, como final de saga, es lo que los fans acérrimos
estaban deseando y en líneas generales funciona. Se hace eterna, por supuesto,
pero sus buenos momentos son especiales y hace que la película se mantenga
estable.
Hasta siempre Harry.
Puntuación: 6/10
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