17 nov 2017

The OA

The OA, 2016

Después de verla es: <<Me pichan y no me sacan sangre>>

De verdad, que una sinopsis de la serie es destripar cualquier trama de la serie. Tiene tantos estratos, tantas capas, tantas interpretaciones que prefiero explicar la serie con lo que yo he visto y sentido que, intentar deciros de que va la temporada.

Zal Batmanglij (The East, 2013) comienza fuerte. La serie comienza con una realización extraña, por decirlo así. Muy moderna, muy contemporánea, al final todos estamos acostumbrados a los teledirarios y que nos ponga imágenes en vertical, en vez de lo más normal que es en horizontal. 

Al margen de esto, tampoco nos desarrolla una serie confusa en su realización, ni intenta volvernos locos con secuencias extrañas o movimientos de cámara extraños/raros (todo eso está reservado al guión). Es más, los saltos temporales que se suceden a lo largo de toda la historia son asumibles y bien introducidos por unas magníficas transiciones y un buen pulso narrativo. 

Lo que más me gustó, de imagen, son los recursos oníricos usados para explicar sueños, alucinaciones, experiencias cercanas a la muerte… Es maravilloso como nos presentan esas secuencias, con una narración pausada o rápida, según el momento, con una recreación cromática correcta e incluso una iluminación inteligente. Esa forma de dirigir las secuencias de elegir qué imágenes y cómo mostrarlas es la guinda del pastel.

Uno de los pilares fundamentales de la serie es su guión, firmado por el propio Zal Batmanglij y por Brit Marling (Otra Tierra, 2011). El primer adjetivo que se me acerca a la cabeza es el de raro, aunque sea el más acertado hay muchos más. Es un guión nada lineal, con los giros de guión bien cuadrados y enmarcados, donde todos los sucesos son consecuentes y tienen una repercusión real y significativa en la historia. Los saltos temporales, como ya hemos comentado, además de asumibles no son susceptibles a engaño, es un guión limpio, no es traicionero, lo que es traicionero o confuso es lo que cuenta en sí, no como lo cuenta. Y, eso es lo más interesante.  Lo narrado, para mí está claro que es completamente fantasioso, pero narra algo que a todos nos preocupa, que hay detrás de la muerte. A través de sujetos que han vivido esas experiencias cercanas a la muerte nos conducen por una historia fantástica y muy tierna, la cual está llena de elementos y de frases lapidarias, llenas de vida y de esperanza, para que vivamos nuestras vidas sin miedo y con decisión.


El otro pilar es, sin duda, los actores elegidos. Es decir, son los que definitivamente te introducen en esta historia, en esta locura de serie que lleva por un lugar excesivamente sobrenatural. La protagonista, Brit Marling, como Prairie (Sound os My Voice, 2011), hace un trabajo fabuloso, por la forma de moverse, expresarse, la forma de introducirnos, los gestos, como sabe estar tranquila y transmitirlo. A mí me llama la atención mucho como transmite calma y paz con una simple mirada y/o gesto. Su compañero de andanzas, Emory Cohen (Brooklyn, 2015), que la equilibra actuando de manera más directa. Y la némesis de todos, Jason Isaacs (Harry Potter, cómo Lucius Malfoy), que realiza un papel maligno, pero a la vez necesario, ya que sin él no se consigue dar forma a las experiencias cercanas a la muerte.
También, el quinteto de personas que forma, quiénes dan forma a la historia y nos introducen de manera secundaria sus vidas, con las que vemos el proceso de cambio más elaborado son, Patrick Gibson, Brandon Perea, Brendan Meyer, Phyllis Smith e Ian Alexander; son estupedos. Además de formar un grupo muy variopinto, realizan una inclusión social de todos los posibles grupos que puede haber en un instituto de hoy día, explicando cómo personas tan diferentes tienen que unirse para dar lugar (forma) a algo increíble y que juntos, siempre seremos más fuertes.

Definitivamente, si ves esta serie buscando un final definitivo, no empieces. No es una serie con un inicio y final o una conclusión densa y fuerte, es una serie que empieza, que nos narran unos sucesos fríos y crudos, los cuales desencadenan algo hermoso.
Vedla con la mente abierta.


Puntuación: 7/10

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