Volver, 2006
Castilla-La Mancha en estado puro.
Se podría realizar una sinopsis o un breve resumen del film,
pero sería absurdo, ya que la película tiene una historia principal, la cual
nos muestra y nos enseña tanto que al final queda relegada a un segundo plano y
no molesta que se quede ahí.
Pedro Almodóvar una vez más vuelve a sorprender, tanto en la
dirección como en el guión (que es lo a lo que nos tiene acostumbrados).
Almodóvar funciona así y se nota en su filmografía y en cada una de sus
películas. Él organiza la película a la vez, la planifica sabiendo cómo la va a
rodar y cómo la está escribiendo; podrá después improvisar en el rodaje o
añadir gags o diálogos, pero él en su cabeza sabe que como funciona y qué debe
funcionar. No en una edición, ya que los montajes de las películas de Almodóvar
son muy convencionales, aunque todo lo que se narra dentro no es nada
convencional.
La forma de narrar, de irnos contando la historia, es muy inquietante, ya que
siempre te quedas con la duda o con la angustia de no saber si todo lo que ves
es todo lo que tienes que ver. He aquí la cuestión, no es una película con
trampa, es una película que te va dejando pistas de lo que va a suceder a
continuación y siempre te deja con ganas de seguir viendo y de saber que está
sucediendo.
Técnicamente, como suele ser habitual, no se vuelve loco, aunque bien es cierto
que es una película muy planificada, coloca a los actores de manera magistral
para crear los gags de humor como
situaciones tensas, escalofriantes, que merece la pena estudiarlas.
El elenco es magnífico, qué digo magnífico es fundamental
para la película. Capitaneados por el mejor papel que ha hecho Penélope Cruz en
toda su carrera fílmica, consigue una Raimunda real y profunda (increíble como
exprime Pedro a esta actriz), una mujer hecha y derecha. La persigue Carmen
Maura, un fantasmagórico personaje que hace que te rías, sufras, te ilusiones y
que deseas que se te aparezca en cualquier momento. Lola Dueñas y Blanca Portillo,
rematan el casting y, francamente lo bordan.
Destacar a Blanca Portillo y sus besos de abuela, que son así, así son los
besos de abuela del pueblo, de los de toda la vida, de los que nunca nos
cansamos de recibir.
Como detalles a destacar, me gustaría que nos fijáramos
siempre en el color rojo de las películas de Almodóvar, debería existir ya en
colorimetría el "rojo Almodóvar". Y la BSO, la cual acompaña siempre las
situaciones más cómicas e incómodas.
Poco más que decir, de las películas más íntimas y
personales de Pedro Almodóvar, un filme plagado de sentimiento manchego y apego
a lo familiar, que lo hace tan universal que cualquiera podemos vernos
representados sin darnos cuenta y soltar esa lagrimilla inimaginable. Es una
maravillosa adaptación del mundo rural, del mundo que lo rodea y del Madrid más
duro y pobre.
Imprescindible.
Puntuación: 8/10
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