15 Años y un día

15 Años y un día, 2013

Como la vida misma.

La película nos ofrece un retrato tan típico, tan homogéneo y, a la vez, tan lleno de vida, que rezuma entusiasmo, frescura e inteligencia en cada uno de sus frames.

Es verdad, puede ser un relato que estemos hartos de ver, con las situaciones más clásicas (que además no se despegan mucho de otros filmes) y unos personajes muy "standards", pero ahí viene la clave, ésta está llena de detalles, de matices, con una historia detrás que marca la diferencia con cualquier otra película que se asemeje a esta. La película trata (un poco de sinopsis) de un chaval, el clásico chaval con los normales problemas de un adolescente, tanto aquí como en la china popular; al chico le expulsan, su madre (harta, y con razón) le envía con su abuelo, ex militar; y en ese pueblo, con un "problemilla" de bandas de sudamericanos, junto con las enseñanzas del abuelo, harán que nuestro prota madure, mejore y nos regale secuencias tiernas hasta el infinito (nunca creí que lavar el pelo a alguien pudiera transmitir tanta ternura).

Gracia Querejeta (Siete mesas de billar francés, 2007) se pone manos a la obra en otra gran obra suya. Dirige un filme lleno de verdad, de realidad, que abruma hasta qué punto ha conseguido desgranar la realidad para poder ficcionarla y que no parezca artificiosa.
Además la realización es muy tierna, muy suave. Maneja el tempo de la película, para no cansarte en ningún momento y que siempre tenga que pasar algo interesante y curioso.

El guión corre a cargo de la misma Querejeta y de Santos Mercero (escritor de series de televisión como El pacto ó Hospital Central) Generan, en verdad, una buena atmósfera, donde todo cabe y nada descuadra. Las enseñanzas de un ex militar, con las de un "pandillero", junto con las mismas que él mismo descubre; hace que veamos una evolución del personaje y que nosotros cambiemos con él y nuestra forma de pensar tanto de él como de la sociedad en general. Nunca hay que cerrarse, siempre hay que mirar hacia delante, siempre juntos. Son muy buenos los momentos abuelo-nieto y hay absolutas perlitas. Impresionante.

Pero, nada de esto sería posible sin unos enormes actores. Maribel Verdú (Blancanieves, 2012) me embelesa cada vez que está en pantalla y Tito Valverde (Reinas, 2005), que fan soy de Valverde, nunca perderá esa esencia y hace de bonachón al tipo más duro del mundo, que te lo crees siempre. Y nuestro prota, el que nos conduce a la madurez Arón Piper, tiene un buen futuro si sigue currando así.

En fin, tal vez yo sea my permisivo con ella, pero a mí me encanta y su cine me apasionada y lo critico como quiera. Me gusta como cuenta y lo que cuenta. Es una forma muy personal y, yo la entiendo. Y pretendo que el mayor número de personas la entiendan o por lo menos la respeten. Es un buen filme, con una factura técnica impecable y un guión que le viene al pelo.

Gran filme.

Gracias Querejeta.

Puntuación: 7/10

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