La cinta blanca, 2009
La Alemania de principios del siglo XX.
En esta película Haneke suelta todas sus pasiones y “locuras”, en blanco y negro. Transmite una dureza real que hace que en ocasiones veas los colores de la imagen.
El uso del fuera de campo es muy bueno, pero excesivo. La inclusión de subtramas, dentro de tramas y de nuevo subtramas, debería no hacerte perder la tensión y mantener el interés, pero... Las tramas son sórdidas, te llevan a lo más oscuro del ser humano. Aunque hay que decir que las historias están en un segundo plano intencionadamente, es decir, a Haneke no le interesa contar ficciones, quiere que veamos cómo eran las primeras generaciones de Alemania y cómo les educaban.
Esto te puede interesar más o menos, pero en mi opinión, no funciona. Es decir, para mi no funciona en el sentido de que no necesito unas historias dentro de una ficción costumbrista (cómo por ejemplo, “La Dolce Vita”) para que me narren cómo era la vida a principios del siglo XX, y menos aún cuando esas historias no tienen ninguna finalidad.
Sin embargo, la puesta en escena es increíble, la fotografía es magnífica. Tiene planos muy bien hechos, prácticamente son cuadros.
He podido investigar que el filme tiene la premisa, de mostrarnos a la generación que decidió abrazar al nazismo. Además de explicarnos de una forma excesivamente simplista (al menos para mi entendimiento) que la culpa fue de la educación que recibieron (de los padres), en el sentido de que su destino, al haber sido educados con violencia, era la de engendrar más violencia. Así llegó el nazismo.
Dicho esto, merece la pena su visionario para disfrutar de la fuerza visual que tiene Haneke.
Consejo: Poned máxima atención para poder disfrutar del filme.
Consejo: Poned máxima atención para poder disfrutar del filme.
Puntuación: 6/10
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