¡Olvídate de mí!

¡Olvídate de mí!, 2004

Una película preciosa.

Michael Gondry narra con una fuerza visual virtuosa este drama romántico, protagonizado por un inolvidable Jim Carrey. A su lado está Kate Winslet, Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Elijah Wood, Tom Wilkinson... Es decir, un reparto brutal. Pero esto no tiene nada que ver. Está muy bien tener a actorazos que respalden tu trabajo delante de la cámara y que entiendan tan bien lo que quieres transmitir... Espera, a lo mejor sí que tiene más importancia de lo que creemos.

Gondry, además de narrarnos con delicadeza y precisión la historia, consiguió algo muy difícil, o al menos eso se siente al ver la película. Consiguió una unión sin igual, en la que todo el equipo, técnico y artístico, entendió lo que Gondry y sus coguionistas querían decir. 

La historia que se nos narra es tan humana como necesaria. Trata un tema muy interesante y del que todos somos dependientes e incluso hemos imaginado conseguirlo. 

Tengo que decirlo o reventaré, la película tiene una puesta de escena  milimétrica y una fotografía alucinante. Es decir, los movimientos de cámara, las posiciones de los actores, el decorado, la posición de las luces... Todo funciona como maquinaría de relojería para conseguir unas elaboradas transiciones entre escenas que te llevan a ese espacio onírico y necesario de la historia. En serio, perdón que me repita, pero son al corte. Son perfectas. No te sacan en ningún momento de la película.

Ya está. No quiero escribir más. No quiero hacer ningún spoiler. No quiero contar nada de lo que trata esta película. Solamente quiero animaros a que la veáis con todas las ganas posibles. A que la descubráis, ya que en su momento la gente salió muy disgustada porque esperaba otro tipo de película teniendo al bueno de Jim Carrey al frente.

Os tengo que pedir esto, por favor: "Abrid la mente. Estáis a punto de descubrir una maravilla. No es una simple peli de amor".

Puntuación: 9/10