Altamira, 2016
A medio camino entre una película biográfica y un canto a la ciencia.
A ver, el filme es fácil, trata sobre la vida de Marcelino
Sanz de Sautuola, el cual no era un experto en nada, pero sabía de muchas cisas. Él
intentó en vida que a su descubrimiento se le diera la importancia que merecía
y, simplemente, por el bien de la humanidad, para que la humanidad comprendiera
que es mucho más antigua, mucho más sabia y mejor que lo que se creía en pleno siglo
XIX. O, al menos, eso narra el filme.
Hugh Hudson (Carros de
fuego, 1981), sí, efectivamente, un director extranjero viene aquí para
dirigir, para contarnos, cómo un español intentó revelar al mundo uno de los
hallazgos más grandes del mundo. Pues bien pensando, no es por desacreditar a
nadie, pero los directores que tenemos españoles con carácter internacional
estaban muy ocupados en otros proyectos, y este caballero es un crack,
aunque el filme no daba para más. Es decir, la historia no daba más. Es
técnicamente sublime, porque tiene los medios para conseguirlo, y eso
desgraciadamente, solo se consigue si tienes a nombres internacionales, como es
el caso, para conseguir el dinero y el material para hacerlo.
La película nos cuenta la biografía que todos sabemos sobre el señor Sautuola. lo hace de manera simpática, sin ahondar mucho en los escabrosos encuentros con la religión o con la relevancia de ser un experto o no de la materia.
La película nos cuenta la biografía que todos sabemos sobre el señor Sautuola. lo hace de manera simpática, sin ahondar mucho en los escabrosos encuentros con la religión o con la relevancia de ser un experto o no de la materia.
Olivia Hetreed (Cumbre
borrascosas, 2011) y José Luis López-Linares (El pollo, el pez y el cangrejo rea, 2008l) firman el guión del
filme. La verdad es que se complementan muy bien, uno es experto en adaptar
libros a filmes y el otro un experto documentalista español, así que han casado
muy bien sus trabajos.
Han ficcionado lo mejor que han podido todas las conversaciones privadas, y nos
han relatado lo malo que es un párroco, la comunidad científica de la época y
lo estrecho de miras que somos los humanos (algo que todavía sucede).
Les ha quedado todo muy happy,
hasta los momentos más dramáticos, más intensos, son muy libios, no tienen
demasiada profundidad. Seguramente no era necesario, es una película histórica
y el personajes y su historia dan para lo que dan, pero… Ya que te pones a
ficcionar...
Antonio Banderas, capitanea, protagoniza y acapara todos los
focos en este filme. Es Banderas y sabe lo que hace, el texto no es muy difícil
y ha sabido perfectamente saber cómo llevar en sus hombros el peso de todo el
filme, ya que si él fallaba sí que fallaba todo el filme.
El resto del elenco le acompaña en este biopic un tanto cursi, y su
protagonista femenina, esa niña pequeña, es verdad que nos cautiva con esa
inocencia propia de la edad, pero es el remate cursi que le faltaba el filme.
Ni siquiera el horrible obispo que encarna Rupert Everett (La boda de mi mejor amigo, 1997) le termina de dar dramatismo al
filme; lo poco que aparece, ni siquiera sabes que es él, buen maquillaje.
En general, así se queda el filme, un biopic cursi que
funciona.
Puntuación: 6/10
Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
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