3 oct 2016

Altamira

Altamira, 2016 

El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.

A medio camino entre una película biográfica y un canto a la ciencia.

A ver, el filme es fácil, trata sobre la vida de Marcelino Sanz de Sautuola, el cual no era un experto en nada, pero sabía de muchas cisas. Él intentó en vida que a su descubrimiento se le diera la importancia que merecía y, simplemente, por el bien de la humanidad, para que la humanidad comprendiera que es mucho más antigua, mucho más sabia y mejor que lo que se creía en pleno siglo XIX. O, al menos, eso narra el filme.
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Hugh Hudson (Carros de fuego, 1981), sí, efectivamente, un director extranjero viene aquí para dirigir, para contarnos, cómo un español intentó revelar al mundo uno de los hallazgos más grandes del mundo. Pues bien pensando, no es por desacreditar a nadie, pero los directores que tenemos españoles con carácter internacional estaban muy ocupados en otros proyectos, y este caballero es un crack,
El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.aunque el filme no daba para más. Es decir, la historia no daba más. Es técnicamente sublime, porque tiene los medios para conseguirlo, y eso desgraciadamente, solo se consigue si tienes a nombres internacionales, como es el caso, para conseguir el dinero y el material para hacerlo.
La película nos cuenta la biografía que todos sabemos sobre el señor Sautuola. lo hace de manera simpática, sin ahondar mucho en los escabrosos encuentros con la religión o con la relevancia de ser un experto o no de la materia.

Olivia Hetreed (Cumbre borrascosas, 2011) y José Luis López-Linares (El pollo, el pez y el cangrejo rea, 2008l) firman el guión del filme. La verdad es que se complementan muy bien, uno es experto en adaptar libros a filmes y el otro un experto documentalista español, así que han casado muy bien sus trabajos. 
El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras. Han ficcionado lo mejor que han podido todas las conversaciones privadas, y nos han relatado lo malo que es un párroco, la comunidad científica de la época y lo estrecho de miras que somos los humanos (algo que todavía sucede).
Les ha quedado todo muy happy, hasta los momentos más dramáticos, más intensos, son muy libios, no tienen demasiada profundidad. Seguramente no era necesario, es una película histórica y el personajes y su historia dan para lo que dan, pero… Ya que te pones a ficcionar... 

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Antonio Banderas, capitanea, protagoniza y acapara todos los focos en este filme. Es Banderas y sabe lo que hace, el texto no es muy difícil y ha sabido perfectamente saber cómo llevar en sus hombros el peso de todo el filme, ya que si él fallaba sí que fallaba todo el filme.
El resto del elenco le acompaña en este biopic un tanto cursi, y su protagonista femenina, esa niña pequeña, es verdad que nos cautiva con esa inocencia propia de la edad, pero es el remate cursi que le faltaba el filme. Ni siquiera el horrible obispo que encarna Rupert Everett (La boda de mi mejor amigo, 1997) le termina de dar dramatismo al filme; lo poco que aparece, ni siquiera sabes que es él, buen maquillaje.

En general, así se queda el filme, un biopic cursi que funciona.


Puntuación: 6/10


Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

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