Animales fantásticos y
dónde encontrarlos, 2016
Volver para nacer.
Regresamos, por fin, al universo que creó J. K. Rowling. Ese
universo en el que se incrustó toda la saga de Harry Potter, pero que
despertaba (demasiado de vez en cuando) el interés del universo que lo rodeaba,
más que la propia historia del joven Potter.
No quiero decir que la historia de Harry no me guste, ahí tenéis todas mis críticas sobre los filmes, pero hablando de los libros, todos los libros son relevantes, necesarios para la historia final, pero siempre se quedaba un regustillo de saber más de ese universo, las personas que lo conforman, las reglas intrínsecas… Y, ¡por fin!, Rowling nos permite saber más.
No quiero decir que la historia de Harry no me guste, ahí tenéis todas mis críticas sobre los filmes, pero hablando de los libros, todos los libros son relevantes, necesarios para la historia final, pero siempre se quedaba un regustillo de saber más de ese universo, las personas que lo conforman, las reglas intrínsecas… Y, ¡por fin!, Rowling nos permite saber más.
La clave para entender el filme es que es el universo de Harry
Potter, pero no es Harry Potter.
David Yates, regresa para dirigir el filme menos muggle de
todos. Es la película donde más magia vemos y sentimos en pantalla, a veces,
muy exagerado y muy estrafalario, pero lo vemos y lo disfrutamos,
ya que gran parte de ello está bien narrado e incrustado. Vale,
está bien, puede ser la película de la saga con más presupuesto de la saga,
pero eso no quita mérito para que prácticamente todos los recursos de efectos
especiales estén bien incluidos, algunos quedan forzados, pero otros se hacen
indispensables.
La forma de narrar el filme es fácil, no se la juegan, como no se la juega el
guión. Es lineal, avanzamos con tesón, pero sin perder un ápice de tiempo,
aunque gracias a la imagen y a diálogos directos entendemos mucho más el
universo del joven mago, que antes nos costaba dos o tres secuencias.
El señor Yates dirige con energía un filme el cual se basa en una historia de confusión y líos, al más estilo de filme cómico hollywoodiense de los años 50, pero todo atrezado con escenarios mágicos y fantásticos, al igual que sus criaturas. Es el mejor filme hecho por este director en lo que respecta a la saga, ya que al ser tan básico de contar, era difícil fallar.
El señor Yates dirige con energía un filme el cual se basa en una historia de confusión y líos, al más estilo de filme cómico hollywoodiense de los años 50, pero todo atrezado con escenarios mágicos y fantásticos, al igual que sus criaturas. Es el mejor filme hecho por este director en lo que respecta a la saga, ya que al ser tan básico de contar, era difícil fallar.
En cuanto al guión, Rowling demuestra pulso dramático. Es
verdad que no arriesga como arriesga al escribir novelas, pero como una cosa
no tiene nada que ver con la otra, aquí tira a lo seguro. Inicio, nudo y
desenlace, no nos viene con escenas extrañas, ni confusas, ni recuerdos del
pasado, ni nada que nos pueda engañar. Lo que vemos es puro, sin distracciones.
Consigue lo que quería, darnos más del universo mágico de Potter aderezado con
una historia de aventuras que recuerda mucho a “Harry Potter y la piedra
filosofal”, una aventura infantil, aunque aquí tiene un subtema muy truculento
para los más pequeños.
Tal vez, aunque para los más fans no sea así, es un
filme independiente, es decir, no tiene nada que ver con las historias que ya
hemos visto, pero sin haberlas visto pierdes un poco la magia del filme, puesto que da por sabidas muchas cosas y asume que el público que devora la película
se sabe la saga !de pe a pá". Para los nuevos seguidores (ojo, se pueden perder), revisen la enciclopedia de Potter.
El fabuloso elenco que acompaña a esa aventura lo encabeza
Eddie Redmayne (La teoría del todo,
2014) y Katherine Waterston (Steve Jobs,
2016); ambos hacen una buena pareja, se acompañan y se ayudan entre ellos,
aunque Redmayne, con esa mirada curiosa y desgranadora que pone, se come todas
las escenas y se vuelve el centro de atención.
Aunque si hay alguien que se merece una frase es Colin Farrell (Cuestión de honor, 2008) que siempre que
hace de medio bueno medio malo, lo borda, le encanta jugar con el público y no
decirnos nunca de qué bando es, simplemente se va mostrando, nos va enseñando
sus carta, y cuando tiene que darnos una lección de actuación, nos la da.
Me gustaría destacar una de las cosas donde se han gastado
millones, que es en recrear el Nueva York de principios de siglo. Menudo estudio,
croma y horas de postproducción han debido necesitar para crearlo, está muy bien
conseguido y da el pego al cien por cien.
Los efectos visuales, lo que hemos comentado, prácticamente todos son relevantes en lo que se refiere a la historia, pero hay animales que quedan demasiado fantásticos o demasiado irreales, aunque lo han intentando. Pero, vuelvo a decir, es la película donde más magia vemos y disfrutamos.
Los efectos visuales, lo que hemos comentado, prácticamente todos son relevantes en lo que se refiere a la historia, pero hay animales que quedan demasiado fantásticos o demasiado irreales, aunque lo han intentando. Pero, vuelvo a decir, es la película donde más magia vemos y disfrutamos.
En definitiva, tenemos un buen comienzo de una nueva saga, la
cual (espero) nos narre todas las grandes dudas que nos generaron en Harry
Potter: qué quería de verdad Grindelwald, cómo era su extraña relación con
Dumbledore, cómo era Dumbledore de joven, cómo fue derrotado el primer mago
oscuro, cómo nació Voldemort al mundo, cómo se gestó la Orden del Fénix y cómo
se luchó, por primera vez, contra Lord Voldemort.
Sinceramente, muero de ganas de la segunda parte.
Puntuación: 6/10
Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
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