Star Wars. Episodio I:
La Amenaza Fantasma, 1999
16 años después volvemos a una Galaxia muy, muy lejana.
Antes de comenzar el nuevo siglo, George Lucas decidió
continuar con su saga Galáctica.
Esta vez nos cuenta cómo empezó todo, con tres precuelas
enmarcadas hace treinta años y nos narra qué pasó antes de Darth Vader, del Imperio
y de los rebeldes…
En esta primera entrega, la más tranquila de esta nueva
trilogía, nos narra cómo dos Jedis (uno de ellos nuestro querido Obi-Wan
Kenobi) descubren a un niño, un niño muy especial, el cual podría ser la clave
de la Galaxia.
George Lucas vuelve al mando, tanto en la dirección, guión,
producción… En todos los aspectos claves. Es el líder indiscutible de esta
empresa, por lo que los fallos que se produzcan en el filme son claramente
propios, y él los siente así.
La manera de dirigir de Lucas es una realización
moderada, clásica, por decirlo de alguna manera, no arriesga. Bastante tiene ya
con lo que tiene. Repite, como en sus otras sagas, el efecto de las cortinillas
para las transiciones entre secuencias, pero nada más. Los planos, la forma de
planificar las secuencias e incluso la película, no implica demasiada
complicación, la clave es la
narración en cuanto a guión (hablemos de él) El
guión del señor Lucas es simple, solo que para que no lo parezca él lo
complica y lo enreda con tramas de engaños y secuaces terribles. Podría
haberlo hecho más simple y más digerible para el público, pero yo considero que
quiso darle este aire de complejidad para que nos perdiéramos todos y
entendiéramos que no era tan fácil ver lo que iba a ocurrir.
Lo peor del guión de Lucas es no darse cuenta que cansa.
Hay demasiados personajes, muchos de ellos muy secundarios que se les da una
importancia innecesaria para la historia, la cual sería más entretenida si esos
personajes tuvieran momentos más concretos y no fueran alargados en el tiempo.
Seguramente Lucas pensó que añadiendo estos personajes rebajaría el tono
solemne y casposo de la parte del Parlamento Galáctico, pero ocurre el efecto
contrario, podría haberse dedicado a explicar mejor lo acontecido dentro del
Parlamento (que es lo interesante) en vez de dedicarse a generar humor con
personajes sosos y simplones.
Los actores, sinceramente, están bien escogidos. Liam
Neelson, como el gran maestre que enseñó todo lo que sabe a nuestro querido
Ewan Mcgregor, que no puede ser otro que nuestro admirado Obi Wan. Actores
destacados, como puede ser Samuel L. Jackson, están de diez siendo maestros
jedis; incluso Natalie Portman está correcta (como dato curioso Keira Knightley
fue la doble de Portman en estos filmes, antes de tener el reconocimiento que
tiene ahora). Jake Lloyd, nuestro pequeño Anakin Skywalker, no es que sea un
profesional, pero hace de niño bueno pequeño con inquietudes y consigue
sobrevivir en esta Galaxia.
Los efectos especiales en esta primera parte ya sientan precedente sobre las siguientes. Se acabó lo de montar grandes decorados, increíbles naves, etc, eso poco a poco se irá sustituyendo por chromas gigantes y fantásticos entornos generados en ordenador. Que es verdad, así sí que sí vemos lo que quería que viéramos George Lucas, pero pierde esa magia especial que tenían las anteriores. Decir, además, que ésta es la que peor ha envejecido con respecto a las demás.
Lo peor, peorcísimo, serían (como hemos comentado) los
personajes secundarios con demasiado peso, como Jar-Jar Binks, o intentar
introducir elementos cómicos más allá de los normales, sin explicar bien y con
profundidad la trama de conspiración. Y ya, el súmun de lo horrible, es no
haber sabido utilizar ni contar bien la historia de Darth Maul. Es el malo
peor aprovechado, no solo de esta película, sino de toda la historia
cinematográfica, de verdad… Una lástima.
En general, no es que sea un comienzo súper prometedor, pero
sí que sienta las bases de lo que pretende Lucas, y no nos engaña, finalmente
nos lleva a donde nos dice desde un primer momento.
Puntuación: 5/10
Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
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