Star Wars. Episodio VI:
El Retorno del Jedi, 1983
El fin de una saga.
Esta tercera entrega, que a posteriori se denominaría la
trilogía original, viene cargada de emoción, de aventuras, reencuentros, fases
lapidarias, momentos inolvidables y nuevas criaturas.
En este filme nuestros amigos se volverán a unir para destruir al Imperio y
todo lo que representa contraatacando con todo lo aprendido en ediciones
anteriores, y con nuevos amigos,que nunca se olvidarán de nuestra memoria.
También veremos el combate final entre el bien y el mal, y cómo la decisión
de tener amor en la vida puede cambiar el rumbo de una persona para siempre.
Richard Marquand (El
ojo de la aguja, 1981) nos trae un final de trilogía en el que quiere que
todo quede atado y bien atado, que no haya nada que se quede descuadrado ni
extraño para el espectador. Así que, para ello, utiliza un ritmo pausado, que
no lento, simplemente tranquilo, hasta en las batallas se nota un pulso suave.Es verdad, es firme y por eso funciona, porque no es tan importante la lucha,
sino lo que se narra alrededor de ella, lo necesario que es esa batalla para
el curso natural de los acontecimientos, y es un acierto. En la gran mayoría de
escenas es verdad que falta rapidez en algún punto de batalla espacial con
naves y demás, pero como lo importante es lo que hay alrededor, se agradece la
tranquilidad y calma que impone el director en el filme.
En este caso, el director, mama de las otras dos películas y refleja todo lo
interesante y atrevido que hubo en las otras dos y las trae para sí, y así
consigue que el filme quede bien englobado dentro de lo que sería la trilogía. Reutiliza
viejas fórmulas de duelos de espada y la forma de narrar es lineal. Aunque algunas
escenas estén contadas desde dos puntos de vista, una sigue a la otras, así que es la película más lineal de la saga.
Al mando del guión no se la juegan esta vez. Están Lawrence
Kasdan y George Lucas, que nos narra cómo continúa una historia de amor mucho
más madura que la anterior vez, y tienen las frases y los momentos oportunos
para soltarlas, eso es lo mejor; cómo se van revelando todos los finales de las
tramas generadas en los filmes anterior y cómo quedan engranadas una en otras.
La verdad que es uno de los guiones con menos giros de guión que hay. Hay uno
que vale por tres y que gracias a él se consigue un filme potente y revelador.
Se generan dudas sobre el camino que va a seguir Luke, aunque él escoge el camino que todos sabíamos que iba a coger, entonces la sorpresa es menor.
Se generan dudas sobre el camino que va a seguir Luke, aunque él escoge el camino que todos sabíamos que iba a coger, entonces la sorpresa es menor.
Nuestro elenco es fantástico, es en el filme en el que Mark
Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher, tienen más libertad de movimientos, para
crear y generar expectativas y emociones. Aquí se consagran, aquí demuestran lo
que saber hacer y funcionan juntos y por separado perfectamente. Billy Dee
Williams, como nuestro compañero de viaje y mejor amigo, funciona mejor que en el anterior filme. Kenneth Colley, como integrante del Imperio funciona
muy bien. Ian McDiarmid, como el gran malo malísimo que es, con esos gestos,
esa caracterizaicón es perfecta, aunque quiero volver a alabar a David Prowse,
por mucho que Sebastian Shaw le pusiera el rostro a Darh Vader en una única
escena en la que le recrea a la perfección, el que le da esa presencia siempre
será David, y eso nadie podrá cambiarlo ni emularlo.
Quiero destacar, de una forma genérica y unificada, la
fantástica fotografía, en el sentido de que sabe perfectamente casar lo real
(lo creado en el estudio) con lo generado por ordenador a medida que avanza la
historia (y los filmes) Se atreven más a jugar con sombras y luces tenues. En
general, gracias a los fantásticos directores de fotografía Gilbert Taylor, Peter
Suschitzky y Alan Hume nos podemos deleitar con los efectos visuales, que serán
la gran marca de Star Wars, marcaron un antes y un después en la forma de hacer
y de que viéramos los efectos visuales, y, como en las grandes películas, aquí
los efectos van con la historia, lo que siempre es de agradecer.
Como final de la saga es efectista, y como filme funciona. Es
verdad que es el filme que menos funciona como película independiente de la
saga, pero eso no hace que no se pueda disfrutar.
Su pulso firme, aunque lento, la hace la peor en comparación con lo magníficas que
fueron las posteriores.
Puntuación: 8/10
Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:
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