11 may 2020

El tercer hombre

El tercer hombre, 1949 


El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.




Brillante filme.

En una Viena divida en cinco mitades, cada una controlada por un ejército distinto, la gente se muere de hambre, no hay trabajo y solo un listo americano es capaz de encontrar petróleo en todo ese caos. Para mí, este sería el resumen correcto de la película. 



El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.Carol Reed, director de la película, realizó el filme con maestría. Explicando las bases de la Guerra Fría en pleno 1949 (cuando duró hasta el año '89). Añadiendo elementos que no estaban acostumbrados a ver los espectadores de entonces. Como el plano aberrado (también llamado holandés), el cual da una angulación (inclinación) a la cámara ante un personaje o una situación, generando la sensación de que algo no cuadra, algo no casa, algo nos oculta este personaje; es decir, incomodando al espectador. Cierto es que lo utiliza durante toda la película para generar otro efecto, un efecto de distracción y que nunca sepas por donde van a ir a los personajes. Ciertamente es un acierto y sí que conecto con la utilización de este recurso.

La historia, el guion. Ya lo hemos resumido antes. Es verdad que puede ser muy burdo o incluso muy simple. Oculta muy bien la información y con pequeñas dosis, con pequeñas frases, se hacen muchas críticas al momento que se está viviendo ya no solo en Viena, si no, en Europa e incluso, que ahora está muy de moda, ya se está criticando un capitalismo extremo, aunque es verdad que se hace con mucha discreción no vaya a ser que nos acusen de comunistas (en esa época te llevaban a la cárcel o te mataban). 




El copyright de las imágenes pertenece a sus respectivos autores y/o productoras/distribuidoras.

Luego la película encierra una de las trampas comerciales más graves (y grandes) de la historia del cine. Es verdad que en ella está Orson Welles, el grandísimo Orson Welles actuando. Que no lo hace nada mal, tal vez diga una barbaridad, pero se come a todos sus compañeros. Su carisma es innegable y aquí lo alardea.

El problema viene de ahí. Tienes a un secundario tan grande, que ensombrece al resto e incluso aquí hace más pequeño a su director (mucha gente se piensa que la dirigió Welles). Todo esto en el espectador puede generar un estado de nerviosismo y estás con más ganas de ver qué hace Welles en el filme que te pierdes el resto de la película. Esa es la gran pena. 

Igualmente, una vez asumido todo lo anterior, el atractivo mayor de la película es su fotografía. No solo por los planos aberrados, si no, por el uso de las sombras. Una iluminación muy poco convencional, con muchas referencias al expresionismo alemán de los años 20-30, y aquí encuentra su apogeo o su máxima expresión dando vida a esas sombras marcadas, a esas figuras en movimiento, a esas presentaciones entre luces. También utiliza mucha profundidad de campo para que siempre tengas la sensación de que la ciudad, el ambiente, es otro personaje. Todo acompañado por una gran banda sonora.

Así que, os pido que veáis la película con ganas. 

Puntuación: 8/10

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