Un monstruo viene a verme

Un monstruo viene a verme, 2016 

Bien podría llamarse un drama no viene a verme. 

Efectivamente, este drama de dos líneas argumentales, ambas claramente separadas, pero que no huyen entre sí, no me ha tocado ni lo más mínimo. Y no es por culpa de que yo sea un ser frío o un guión enrevesado o que no quede bien explicado cuál es la enseñanza que nos hace ver Connor O'Malley; es culpa del señor director Juan Antonio Bayona. 

Es una historia que trata sobre un momento en la vida de nuestro personaje principal que es crucial, aún es un niño, está entrando en la adolescencia y sufre por todos lados, ya sea en el colegio, en casa... E intenta enfrentarse a todo y a todos con la ayuda de un monstruo muy particular.

Juan Antonio Bayona (El orfanato, 2007), dirige este filme de una manera totalmente efectista para conseguir la lágrima. Juega a que si llora el espectador es que será una buena película y planifica cada escena, cada plano, cada movimiento de cámara para que eso ocurra, aunque lo que se cuente no tenga porqué ser lacrimógeno, él necesita ese dramatismo en pantalla.

Esto es lo que hace que el filme no funcione, no se remate, es decir, quiere darle tanto, tanto dramatismo a la imagen que se olvida de narrar, de explicar el por qué está sucediendo lo que pasa en pantalla. Hunde así mismo una fábula, una enseñanza que podría haber sido magnífica, el poder sentir dos sentimientos contrapuestos, pero que juntos hacen que tú vida pueda continuar. Esa explicación, eso que es tan elemental, no lo cuenta bien, se pierde en que todo este recargado de estereotipos ya vistos una y mil veces, acoge en su seno al Spielberg más familiar y lo hace más llorica, más dramático (cuando Spielberg no es tan dramático); hasta le hace un guiño al señor de Hollywood con la frase final del monstruo; que yo no digo que esté mal, simplemente digo que todo lo que usa para narrar esta historia, este dramón, no le sirve para ilustrar lo que quiere ilustrar, lo ilustra al final a cascoporro, metido con calzador, porque es incapaz de utilizar los dos cortometrajes de animación para ello.
Es de verdad, una verdadera lástima, porque viene de contar una historia magnífica, como fue "Lo Imposible" y ahí sí que supo equilibrar la técnica al guión; aquí sencillamente busca la lágrima fácil y cree que así ha hecho un gran filme.

Patrick Ness, debutante en esto de los guiones, adapta su propia novela para que Bayona no sepa cómo explicar la enseñanza que intenta trasmitir.

Una enseñanza que esta clara, que es inherente al filme, la cual se podría resumir con un enfrentante a la vida y a ti mismo, que no es malo ser egoísta en momentos duros y que no es malo decir la verdad aunque duela. Prácticamente todo esto queda explicado en el filme, auqnue no gracias al director, si no a monólogos del mosntruos o frases en el momento oportuno, ya que el director lo que quiere es sucumbir a la lágrima fácil, algo que hace que este mensjae precioso se quede diluido. Pero hay algo que me rechina y es el momento en el que nos quieren decir tanto el director como el guionista que es malo tratar a las personas que sufren una pérdida o pasan por un momento difícil en su vida como si todo fuera normal; algo que no es así y que no debe ser así, es decir, ese platamiento para mí es falso.

Lewis MacDougall, carga con una losa a la espalda y es la de estar cabreado todo el filme, tiene una actuación creíble y bastante increíble para su edad, ahí Bayona acierta, dirige bien a su actores. Sigourney Weaver (Luces rojas, 2012) que, para mí, es la que más destaca de todos, no necesita ni llorar ni hablar para ser creíble. Su sola presencia, su sola mirada es suficiente para inundar toda la escena. Felicity Jones (La teoría del todo, 2014), pasa de largo de este dramón con una actuación normal y lógica para el papel que tiene; y el señor Liam Neeson (Infierno Blanco, 2011), le da el toque final a un Monstruo que es soberbio cómo se ha construido, es totalmente creíble, y la guinda a esa credibilidad es la voz potente del señor Liam.

Cabe a destacar toda la técnica, es decir, efectos especiales, sonoros, decoración, VFX…, todos esos apartados son extraordinarios y Bayona sabe sacarles partido y hacer que se vean de una forma muy completa y correcta en pantalla, es decir, deja que se luzcan. Aquí, es su gran fallo se lucen tanto que su narración queda relegada a un segundo plano y andas por la películas perdido hasta el frame final.

No voy a decir mucho más, simplemente me parece un fallo de Bayona que haya planificado así el filme, las enseñanzas que quiere darnos son claras, que los niños son capaces de entender las cosas adultas, que no es malo decir la verdad aunque duela, que no es horrible ser egoísta en momentos en los que no hay que serlo, sí queda claro, pero mal expresado, mal narrado, ya que las historias que nos narra el monstruo quedan confusas y en el aire incluso en el final.

Puntuación: 5/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Verbo

Verbo, 2011

Vamos a ver qué digo para no ofender a nadie.

Estamos ante un filme que me produce una fractura emocional importante. Pocas películas hechas en España tienen esta factura técnica, además del género que trata que quedarse en el simple drama sería poco honesto. Es un filme distópico dentro del mundo actual donde se plantea y juega con el estilo hip-hop/rap; para darle otro aire, una vuelta de tuerca al propio género aquí en España y a la propia historia.

Dicho esto, el filme no funciona en sí mismo. Tiene muchos elementos, elementos que son buenos en sí mismos, que pueden funcionar y deberían funcionar. El problema es que no casan, que tanto la historia como la realización se empeñan en no hacer fluctuar, en no crear una historia decente y creíble; que se mueva en su propio universo (que lo tiene) pero no funciona, no conecta entre sí y eso hace que todos los buenos elementos e intenciones que tiene el filme se hundan.

Eduardo Chapero-Jackson dirige y escribe este filme de una forma muy rara. Es novel en cuanto a dirigir filmes, pero tiene trayectoria de cortometrajista y, no sé si se le quedó grande el papel de director o, como dicen los periódicos de la época, no le dejaron hacer el filme que él quería. Algo que no me termino de creer, porque tiene una factura técnica bastante potente e incluso unos efectos visuales muy reseñables, poco que envidiar a otros filmes del estilo; se han dejado un buen dinero en recrear ese universo ficcional donde se sumerge la protagonista. Pero, en mi opinión, esta fábula por la vida, la cual se recrea en un submundo y contada con versos de

raperos (bastante decentes), pero metidos con calzador, hacen que el guión quede infame, sin gracia y se pierda todo lo que se ha intentando. La historia, la dirección y el guión quedan destrozados por el señor Eduardo Chapero-Jackson que lo único que ha hecho ha sido coger frases de señores, como Nach, Chojin, etc, e introducirlos de manera burda en esta historia contra el bulling y el suicidio. Yo no digo que no se pueden hacer homenajes en las películas pero no solo se puede vivir de "homenajes" a otras personas, se deben desarrollar esos homenajes, esas ideas.

A nivel interpretativo tampoco es algo del otro mundo, tenemos a la señorita García diciendo que tiene quince años con su precioso

tatuaje en el omoplato y un Miguel Ángel Silvestre que está visto que si no enseña cacho no se le puede meter en ninguna película.

Definitivamente estamos ante una ópera prima de la cual se puede aprender mucho. El señor Chapero-Jackson debe aprender a usar los elementos potentes que tiene en la cabeza y hacerlos casar de una manera correcta, no intentarlo a cascoporro haciendo que la película se hunda, como es el caso.

Puntuación: 3/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Fiesta del Cine. Octubre

Fiesta del Cine. Octubre 

Llega cuando tiene que llegar.

Volvemos a tener una fiesta del cine, la cual preveo que no será tan buena ni tan bonita como la de Mayo de este año.

Se pronostica tiempo desagradable, fresco y, para más inri, lluvia.
Lo que hará que las personas trabajadoras y luchadoras de este país prefieran irse a sus casas que salir tarde de un cine a las 22:00 de la noche para tener que madrugar al día siguiente.

Aquí llega la clave, esto no significa que no quieran ir al cine, que no quieran consumir productos audiovisuales, porque llegarán a casa y se pondrán en la tele o tablet; una serie o una peli o cualquier elemento que les de entreteniendo antes de dormir.
Los mismos que harán eso se estarán maldiciendo y diciendo: "Mierda, tenía que haber aprovechado."

Y tienen razón, porque este país anhela pasarlo bien, suspira por poder disfrutar de un rato de entreteniendo alejándose de los problemas que nos están condenando desde las altas esferas.

Llamo, hago desde este pequeño blog, desde este pequeño artículo una llamada a formar colas interminables, a agotar todas las entradas, a que las palomitas tengan que ser importadas desde Groenlandia porque se hayan agotado en todos lados… Hay que salir, hay que ver cine, hay que disfrutar de lo que nuestro exhibidores nos ofrecen; sea bueno, malo o regular… Porque solamente viendo y sintiendo filmes sabremos apreciar la verdadera cultura, la verdadera esencia del séptimo arte que, por mucho que tengamos que conseguir que sea una industria que de dinero, es un arte para todos los sentidos y del cual tienen miedo los poderosos porque es el más accesible y el que mejor llega a todos los hogares de este país.

A continuación os dejo con toda la cartelera a nivel nacional, ruego se informen si la película que desean ver se proyecta en su localidad.  Como recomendación os daría "Tarde para la Ira" o la aclamada película de animación en stop-motion "Kubo y las dos cuerdas mágicas"

Disfruten, gocen del deleite que da sentarse en unas butacas durante dos horas engullendo un frame tras otro sabiendo que al final del todo se aprenderá algo, ya sea trascendental o lo más mundano del mundo como: "Qué mala es esta película."

Leer más

Cartas desde Iwo-Jima. (2/2)

Cartas desde Iwo-Jima, 2006

En parejas. (2/2)

Como contamos en la anterior crítica, esta no es una simple secuela o un insignificante spin-off. Es el complemento perfecto, el complemento que debe verse sí o sí para comprender toda la complejidad que fue la guerra en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.

No se puede (o no se debería) hablar de "Cartas desde Iwo-Jima" sin hablar de "Banderas de nuestros padres"; y viceversa. Si ves una, estás obligado a ver la otra.

Ambas dirigidas por Clint Eastwood son totalmente distintas (luego explicaré).

Como observaréis aquí desgranaremos "Cartas desde Iwo-Jima", la versión nipona de la guerra.

Clint Eastwood, no nos cansaremos de decirlo, hace bien su trabajo en contar la guerra desde las dos versiones. En esta "segunda parte" dirige un filme completamente realizado en japonés en su versión original, lo cual ya deja claro sus intenciones sobre qué quiere hacer con la película. Su forma de narrar no es la típica de este tipo de filmes, como os llevo diciendo un buen rato. Creo que una forma muy buena de contar la historia es que no hay NAZIS, entonces se puede quitar de en medio todo lo referente a judíos, lo que deja al espectador más "amenazado" porque no sabe con quién ir ya que ambas partes luchan por causas que creen nobles y decentes. Es lo grande de estas películas bélicas, que se pueden explorar mucho más los sentimientos del "enemigo" o, incluso, equivocarte de bando según avanza el filme. También es verdad que pocas veces se ha tocado este lado de la guerra, y sorprende lo cruda que llegó a ser.

En esta película, Eastwood mama del cine de oriente a más no poder, da un aire muy tranquilo y sosegado, no tiene prisa, pero avanza siempre hacia adelante. Lo cuenta todo, muestra todo, tal vez porque son japoneses (en "Banderas de nuestros padres" se corta un poco más), pero es maravilloso cómo él nos narra esta historia en la que no hay héroes ni vencidos, solo personas con sus inquietudes, sus virtudes, etc. Nunca habías visto un japonés de esta manera y es increíble.

A cargo del guión están Paul Haggis (Crash, 2004) e Iris Yamahsita un novel en esto, que está para darle ese aire asiático al filme.
Haggis sabe cómo contar historias diferentes, y esta historia de guerra es diferente. Se cuenta con ternura y empatía. Todo en ella, cada momento, desarma al espectador que no sabe qué hacer ante tanto dolor y sufrimiento.
No se pone a nadie más malo o más bueno, por decirlo así, si no simplemente se cuenta lo que pasó (o lo que se sabe que pasó). Algo de agradecer.

Como le ocurría a su hermana mestiza, en este filme, como el elenco, es muy coral, nadie destaca por nada, están para contar las historias, se defienden hacen su trabajo y se van para casa. En este caso, sí que destacaría al general nipón Ken Watanabe (Memorias de una geisha, 2005), que lleva el peso de la película durante una parte importante. Aunque en general es lo mismo que antes, no es que actúen mal, simplemente que el verdadero protagonista es la historia misma.

Destacar, de nuevo, que se haya grabado en japonés, eso hace que el filme adquiere un nivel más de autenticidad y de compromiso con lo que se está narrando. Y que aquí sí que queda más claro todavía que la guerra nunca es el camino.

Como conclusión final de ambos filmes, se pueden ver como filmes didácticos, en los que simplemente se intenta enseñar que la guerra no es buena, ni de un bando ni de otro, que lo importa son las personas y que no merece la pena tantas pérdidas.

Aunque es verdad que como películas independientes funcionan, es decir, que ambas se pueden ver sin necesidad de la otra (algo que sería un fallo), ya que si las ves por separado, parece que se le está diciendo a los japonés: "oye vosotros no hagáis la guerra que la perdisteis y sois los malos, y nosotros los estadounidenses somos la polla y podemos hacer lo que queramos". Para mí sería un fallo verlo así, ya que la conexión de ambas, el mensaje que quieren dejar sus autores es que la guerra nunca será buena para el ser humano.

Puntuación: 8/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Un monstruo viene a verme

Un monstruo viene a verme, 2016

¡Un drama viene a verme.

Si hay algo que no se le puede negar a Juan Antonio Bayona es su magnífico virtuosismo técnico, la capacidad que tiene para que todas sus películas tengan una factura técnica y artística increíble capaz de tutear a las grandes y caras producciones norteamericanas.

Esta labor no es solo suya, sino también de su equipo técnico cuya labor es excepcional.

‘Un monstruo viene a verme’ es, según palabras de su director, “el cierre de una trilogía de madres e hijos”. Una trilogía que ya comenzó hace casi diez años con ese plagio y peliculón que es “El Orfanato”.

Ahora bien, el punto de partida es de todo menos original. La historia de un chaval o chavala en problemas, entre ellos el acoso escolar, que recibe o recurre a la ayuda de un ser imaginario para enfrentarse a estos problemas y renacer de sus cenizas o superarlos o aceptarlos.

Esta historia, por lo tanto, está divida en dos partes. Un drama familiar lacrimógeno y duro como los que le gustan a Bayona, y una historia de género fantástico con dos cortometrajes brillantemente realizados.

Además, hay otro problema, y es la falta de empatía o simpatía con el protagonista. Un chaval que es egoísta e inmaduro, que parece buscar ser el centro de atención mientras que su madre sufre un terrible cáncer, aunque la quiera y mucho, y que además odia a su abuela por motivos exagerados o ilógicos.

Pero, no importa que el guion sea un guion fallido, aunque estuviese en la lista de los mejores guiones por hacer, porque su director guarda un comodín, un séptimo de caballería que le salva, su equipo técnico como ya he dicho antes.

Desde ahora mismo, ya sabemos para quién es el Goya (incluso el Oscar) a los mejores efectos especiales y al mejor sonido. Pero no solo eso, la labor de producción es soberbia, el montaje es preciso, la banda sonora es omnipresentemente potente, los decorados están hechos meticulosamente y la fotografía es exquisita.

Con todo ello, ‘Un monstruo viene a verme’ es una poco original historia con un guion bien hecho, pero no redondo, y con una factura técnica y artística tremendamente bien hecha, pero que deja esa sensación de deja vú.

Nota: 6 de 10

Gerardo Fernández Ramos

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Banderas de nuestros padres. (1/2)

Banderas de nuestros padres, 2006

En parejas. (1/2)

Hay historias que aunque no lo parezcan deberían ser contadas desde los dos puntos de vista, para tratar de entender y explicar el por qué de cada uno.
Aquí Clint Eastwood se atrevió a hacerlo y le salió redondo.

En esta crítica desgranaremos "Banderas de nuestros padres", en la que se muestra la versión Americana del asunto. 

Clint Eastwood al mando de esta "primera parte" del filme, hace que ya nos demos cuenta de que no es un filme de guerra corriente, es verdad que tiene elementos que ya hemos visto como un buen desembarco, grandes dosis de acción y un poco de patriotismo puro. 

La forma que tiene de narrar, de mezclar tanto la actualidad, como las otras dos líneas argumentales, que son; la guerra de Iwo-Jima y, el después de la batalla. Es muy interesante, ya que, no la convierte en la típica película americana de guerra. Sí que es cierto que cojea, en el sentido que se deja llevar mucho por ese sentimiento de que bueno, y necesario, es Estados Unidos en las guerras. Por eso, no es tan buena como "Salvar al soldado Ryan".

El guión, adaptado de este filme, corre a cargo de Paul Haggis (Million Dollar Baby, 2004) y de William Broyles Jr. (Náufrago, 2000) son muy grandes y, saben lo que se hacen, por eso narran muy bien esta historia. Avanzan, pero en alguna ocasión se vuelve repetitiva o, un poco fantasiosa (fruto de ese triunfalismo propio de EE.UU.) pero se les perdona. 

Es verdad que en esta versión del asunto queda todo en cliché, la narración no es la típica, pero la conclusión sí. Es de los fallos mas reseñables del asunto, que intentan mostrar ambas versiones de la guerra y en vez de llevar a la misma conclusión que llegan en "Cartas desde Iwo-Jima", van a parar a otro lugar distinto y hace que se pierda ese elemento didáctico del filme.

En este filme, como en su pareja, los elencos son muy corales, nadie destaca por nada, están para contar las historias, se defienden hacen su trabajo y se van para casa. No es que actúen mal, si no, que el verdadero protagonista es la historia, el filme propiamente dicho y los actores (los personajes) no destacan antes lo profunda que es la historia.

Dicho todo esto, no desmerezco a ninguna de las películas, ambas son correctas y se entienden por sí solas.

Pero creo que son complementarias y que se deben ver ambas.

Así, debería ser todas las películas de guerra. Desde los dos puntos de vista, únicamente así sabremos toda la historia de verdad y, podremos aprender a como no volver a cometer los errores que nos llevaron a esos extremos.

Puntuación: 7/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Algunos Hombres Buenos

Algunos Hombres Buenos, 1992

Yo lo veo todo cristalino.

Un buen dramón sobre lo duro que es servir en el ejército. Y no solo eso, sino de cómo (así a grandes rasgos) pueden ser las órdenes en el ejército, de cómo funcionan sus mandos, etc. Es verdad que esta película es muy anterior al 11-S, y ese atentado cambió la forma de funcionar de los ejércitos de los Estados Unidos, pero no deja de ser una buena obra a la que el tiempo no daña, ya que trata un tema que se hace en todos lados, aquí lo llamamos novatadas, allí códigos rojos.

Bien construida, buen tratamiento, genial planteamiento, y sobre todo, una genial evolución de los personajes hacen que esta obra sea totalmente creíble.

Rob Reiner (Misery, 1990), que suele ser un director más de comedia. Aquí construye una buena película, que no se le escapa en ningún momento y que te acostumbra a una realización clásica, eso de poner en primer plano lo importante en esta ocasión funciona a las mil maravillas.

Además, lo curioso, es que en general la película es muy teatro. No necesita mostrar para avanzar (para explicar) las palabras y como está construido el tempo a la par que la edición del filme, hace que todo cuadre.

El guión, del que era un debutante en el cine Aaron Sorkin, actualmente aclamado por todo el mundo; es una declaración de intenciones de cómo él quiere contar las historias. 

Monólogos indecentemente largos, a la vez que complejos, explicatorios y trabajados hasta el final. Eso es lo que le gusta a Sorkin, que el espectador trabaje y colabore con la película, que simplemente con las palabras y las interpretaciones de los actores todo quede correcto. Así es el cine de Sorkin (e incluso de Woody Allen), y habrá a quien le guste y a quién no.

Pero, no nos podemos irnos de aquí, sin mencionar a los actores, los magníficos actores que hacen que se sustente este filme. Como en cualquier película posterior con guión de Aaron, se necesita unos buenos actores para sustentar todo el peso del guión, ya que, la realización se tiene que dedicar a medir, pausar y hacer tragables esos monólogos incansables. Tom Cruise (Top Gun, 1986) esta increíble, es de sus mejores películas, está totalmente creíble y en un buen papel de adulto que en algún punto se le puede quedar grande, pero él lo abarca perfectamente. 

Y un grandioso Jack Nicholson (Batman, 1990), la némesis de Cruise, donde destaca al final, en la secuencia final donde desata todo su poderío de actor, solo Jack podría soportar tanta carga emocional, sublime.

Y, estos chicos están bien acompañados por una Demi Moore (Ghost, 1990), que se pelea con ellos por un hueco más que merecido, pero la devoran cuando están los tres en pantalla.

Tenemos como conclusión una buena película, que habrá a personas que le falta chicha, mas enseñar y menos contar, pero que en este filme está muy bien llevado esa escasez, gracias a la compenetración de dirección, guión y actores.

Puntuación: 8/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Ágora

Ágora, 2009

Qué obra más menospreciada. Qué pena...

Estamos ante un filme de una calidad muy notable. La calidad de imagen, la escenografía, la ambientación (por lo que he leído, muy bien documentada), los efectos visuales, una planificación de planos muy bien medida; maravilloso. Hay un plano que es tremendo, cuando se está ya en plena revuelta comienza un travelling, después gira sobre sí mismo y queda bocabajo, lo que da la impresión de que el mundo "se ha vuelto del revés" (poesía pura).
Un deleite técnico, representado por el señor Amenábar, que le encantan estas cosas.

Por otro lado, la historia es profunda, nos quiere vender que la razón y la lógica debería ser siempre, en cualquier lugar del mundo, en cualquier tiempo la única religión verdadera… No es así, el filme nos muestra como un fanatismo religioso (de la clase que sea) puede llevar a la destrucción o a la locura de todo un pueblo. Podría dar la sensación de que deja una imagen nefasta y que ataca deliberadamente al cristianismo, pero durante toda la primera parte ataca a otras religiones ya extinguidas (y claro al estar extinguidas nadie se queja).
La película intenta también que, recordemos, el cristianismo llegó a ser como el islamismo (que a veces se nos olvida).

Alejandro Amenábar (Tesis, 1996) actualmente uno de los mejores realizadores/directores del panorama español (en ese top estarían junto a él Bayona, Almodóvar y Sánchez-Arévalo) consigue transmitir un montón de cosas, ya sean emociones o ideas, en un par de horas. Es verdad que va poco a poco, no tiene prisa, como debe ser en un film histórico. Ciertamente bien documentado, por lo que he podido investigar. Lo único menos real es la creación de la elipse, que no se abría hecho así en esa época, por lo demás sí que demuestra un buen trabajo de documentación y de querer contar lo rico y culto que era un pueblo y como se destruyó por el simple hecho de que era pagano.

Técnicamente Amenábar siempre es bueno, pero aquí se supera a cada plano. Los más pretenciosos son los de estoy fuera del planeta y voy hacia Alejandría, tiene sentido porque la Tierra nunca está como la solemos representar; hasta el último plano que sí que está así porque llega a significar que el mundo está ya tal y como lo conocemos, "poesía". Pero los planos exteriores, viendo los templos, la recreación del Ágora, los planos con muchedumbre, es impresionante lo conseguido. Movimientos de cámara que siempre impactan y muchas veces te dan una bofetada y no sabes dónde estás.

El guión del señor Alejandro y de su inseparable Mateo Gil (Nadie conoce a nadie, 1999) es portentoso, se debieron tirar muchas horas de documentación, pero les ha quedado una historia con muchas vertientes y ninguna se queda coja.

Un pequeño triángulo amoroso, histórico y crítico. Todo ello, con un tempo que puede resultar lento, pero es muy dinámico. Nunca dejas de aprender, una simple palabra puede cambiar el curso de la historia, y aunque los monólogos puedan ser densos, están realizados de manera pausada para que todo quede claro y bien atado.

Rachel Weisz (Constantine, 2005) es maravillosa. Menudo papelón tiene. Y lo borda hasta extremos que parece que fue ella misma quién sufrió todos estos infortunios. El reparto en general está bien conseguido pero, Rachel..., Rachel se come a todos los que salen con ella.

En definitiva tenemos un filme potente, que no entiendo cómo no se ha llevado los halagos que merece. Debe ser porque es un péplum didáctico y en este país esas cosas no nos gustan. He leído muchas críticas sobre si de ella no tenemos ningún escrito. Debo decir que, como de la gran parte de los filósofos no tenemos nada de ellos, sabemos de muchos filósofos a través de sus discípulos y eso no significa que no existieran o que su trabajo sea menos bueno. Simplemente lo quemaron. 

En fin, para la gente crédula, que no la vea; pero para la gente que le gustan las historias bien contadas, adelante.

Puntuación: 8/10

Puedes encontrar la película para disfrutarla en casa aquí:

Leer más

Exposición. Hitchcock, Más allá del suspense.

Hitchcock, Más allá del Suspense

Os quiero proponer un plan para los grandes amantes del cine clásico.

A partir del 5 de Octubre hasta el 5 de Febrero en el edificio Telefónica, entrada calle Fuencarral 3, de 10 a 20 de martes a sábado; se puede visitar de manera gratuita una exposición sobre el trabajo del señor Alfred Hitchcock.

Es una expo pequeña, pero muy bien montada. A lo largo de sus secciones podemos ir observando como Hitch (como le llamaban sus más allegados) pensaba, planificaba, creaba, promocionaba, controlaba su película en todas las fases de producción (como muchos creadores les gustaría hacer) y vislumbraba al mundo con la manera tan específica que tenía él.

A lo largo de la expo, comprendes más lo que significó su figura en su tiempo y, que hoy día, sigue siendo un referente para los grandes directores de cine, ya sean jóvenes como Nolan o ya veteranos como Spielberg.

Por mucho que algunos se nieguen a aceptar películas clásicas o incluso películas en blanco y negro, ellos mismos se pierden disfrutar obras monumentales como “Encadenados”.

Muchos, no lo sabrá o pasarán del tema pero este caballero fue el precursor de películas fantásticas como “Los pájaros”; en la expo le dedican un tiempo para reflexionar lo que significó y el cómo se hizo en su tiempo. Además incluso, el precursor del subgénero slasher con su fabulosa “Psicosis”. 

Por todo esto y más, se merece una y mil exposiciones, porque su legado sigue vigente y no muchos directores llegaran a impresionaros o a captar nuestra atención y admiración como hizo este caballero inglés.

Además, también hay talleres durante la duración de la expo, tanto para escolares como para adultos que, seguramente sean interesantes.

Espero que la disfrutéis tanto o más que yo.

Leer más