Carrera a los Óscars

Carrera a los Óscars

¿Cuál era mejor "El Olivo", "Julieta" o "La novia"?

Sé que llego casi 20 días tarde para hablar de estas tres películas, pero hablo de ellas cuando he podido disfrutar de ellas.

La seleccionada para representar a España en esa carrera hacia los Óscars fue "Julieta" de Pedro Almodóvar. Yo he escrito un artículo sobre cada una de las películas (links a continaución "El Olivo", "Julieta" y "La novia").

Pero, vengo con la siguiente pregunta, ¿"Julieta"era la mejor? ¿Ha sido la mejor selección?

Intentaré diseccionar mejor los tres filmes para compararlos en tres campos esenciales, técnica, guión (historia) e interpretación; comencemos.

Empezaré con la técnica, aquí "La novia" de Paula Ortiz peca de inexperiencia. Hablo de algo técnico que son los saltos de eje, colocación de los actores respecto a la cámara, movimiento de la cámara según el actor…, esos fallos que uno va limando con el paso del tiempo, aquí Paula se como unos cuantos y muy gordos. ¿Eso quiere decir que la película sea caca? Ni por asomo, como ya comenté en mi artículo, la película se sostiene sobre otras cosas, pero en el campo de la Dirección falla estrepitosamente, ya que, intenta jugar con la cámara, pero la cámara se la juega.

Bien es cierto que, la fotografía es impresionante, con una gama cromática muy dura, muy contrastadada, bien lograda. Algo que salva a esa poca experiencia de la señorita Ortiz.
Mientras que, "El Olivo" y "Julieta", no tienen que recurrir a una gran fotografía para salvar los muebles. Es cierto, que la fotografía de estas dos últimas películas, es correcta, es decir, deja ver la película y, en las imágenes mas oníricas, mas espirituales de ambos filmes juega con reflejos, grandes planos generales larguísimos en los que se aprecia todo lujo de detalles, pero es eso, si éstas dos no tuvieran eso, seguirían siendo exquisitas en su técnica, ya que, sus directores no cometen esos errores garrafales y, si los haces, los hacen tan bien que son imperceptibles.

Continuemos con el guión, con la historia, la idea del filme. Aquí, sí que gana por goleada Almodóvar. Es verdad, que es un guión adaptado de unos relatos, pero le vienen que ni pintado. Los utiliza y los engrana de una manera que, solo un escritor como él es capaz, además de darle su todo almodovariano, consigue que el filme sea el menos de su estilo, ya que aparca mucho sus dogmas las cosas que a él le gusta meter en sus películas y las deja para el final como si no importaran lo más mínimo, aunque sean la esencia de la película.
"El olivo", nos narra una historia actual, sobre la crisis, proyectada sobre una familia con sus dificultades, pero trata sobre el mundo moderno, sobre la España que estamos viviendo y soportando, pero tiene lagunas, no cierra su ciclo instructivo y al final se cae sobre las grietas creadas al final de la película.

Y, finalmente, "La novia", haber como guión…, mola sí, es una adaptación de bodas de sangre y mezcla bien o al menos lo intenta la prosa y el verso, el recitar con el contar… Que quede bien o no es a gusto del consumidor, es verdad, que hay momentos de puro teatro y de pasión, monólogos que traspasan la frontera de la pantalla y parece que los estás viendo en unas tablas, pero se queda en eso en momento, la historia es buena, pero solo sus momentos.

En cuanto a la actuación, no hay discusión de que Inma Cuesta y el resto del elenco de "La novia" sobrepasan a los demás increíblemente. Es, lo que hemos dicho antes, hacen magia, hacen teatro para la cámara (por eso de vez en cuando la cámara falla) pero ellos no, los actores siguen al pie del cañón y son los que sustentan el filme bajo sus hombres y lo que lo sacan hacia delante.
Mientras que, en el "El Olivo" son simples marionetas para contar un cuento, una narración, pero no destacan bajo sus personajes, porque tal vez sus personajes no daban para más.
Almodóvar y sus chicas, suelen jugar en otra liga, pero aquí se ven superados por Paula Ortiz y sus chicos. No digo que lo hagan mal o que no transmitan emociones, simplemente digo que hay mucha demasiada diferencia entre sus dos principales actrices, es verdad, que es un recurso utilizado para ver que el tiempo no pasa en balde y que cada uno se comporta y es (incluso físicamente) en momentos distintos de la vida, aunque sea la misma persona, pero aquí hay demasiada diferencia entre Emma Suárez y Adriana Ugarte. Ambas son y están magníficas, pero no casan ambas interpretaciones, están bien cada una en su momento, pero no generan una línea temporal del personaje.

Con esta disección genérica de las películas, ¿qué puedo decir? Que hay que respetar la decisión de la Academia.

Es verdad, ellos saben mucho más que yo y que muchos de nosotros, lo único que puedo dar es mi opinión sincera la cual es que la elección ha sido la correcta. Almodóvar habla al final de un lenguaje universal de algo que todos podemos entender y, además, lo habla de forma correcta, con una realización muy trabajada y bien estudiada.

Así que, solo me queda desearle suerte a él, a su productora y al filme "Julieta".

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El Olivo

El olivo, 2015 

Una fábula del mundo moderno, pero con tibio resultado.

Es un relato, es un cuento, narrado con decisión, profundidad y sin titubeos, pero que se queda flojo en algunos tramos.

Ahonda en los personajes, les vemos evolucionar en la escasa hora y media que estamos con ellos, aunque nos sentimos francamente identificados. 

El cuento que se nos muestra trata sobre una familia, una familia que intentó despegar en los mejores años de España, donde el dinero iba y venía, pero que actualmente atraviesa como todo hijo de vecino una crisis, ya no solo monetaria, si no, existencial, personal…
El filme tiene también un trasfondo más, que sería el de intentar ver la naturaleza como algo que no es de un solo hombre, si no, del mundo, de la historia. Que debemos respetar lo que lleva años (sobre todo lo que existe desde hace miles de años) para no perder esas raíces y saber de dónde venimos para saber a dónde vamos. 

Icíar Bollaín (Te doy mis ojos, 2003 / También la lluvia, 2010) nos sumerge en este mundo no tan alejado. Donde después de una época de bonanza no sabemos en qué punto nos encontramos, no sabemos que hicimos, no sabemos cuál es nuestro lugar y, tenemos (debemos) regresar al lugar donde empezamos, para que se pueda continuar con la rueda que siempre gira. Hay gente que lo lleva bien y otra mal, en el filme se ve quien ha conseguido que su rueda gire aunque, bien es cierto, que la mayoría de los personajes del filme la tienen a medio gas.
Lo mismo le sucede a la narración de Bollaín, están claras sus intenciones, da vueltas sobre lo mismo, las deja claras y, cuando tiene que ser el momento culmen, se queda trabada y no termina de rematar. No remata a sus personajes, no remata la historia. Bien es cierto, que nos conmueve con sus flashbacks bien insertados y dejándonos con el corazón en el puño cuando a nuestra "heroína" le da la vuelta la vida y…, es verdad, al final la deja donde estaba.
No es una película grandilocuente en cuanto a medios, la fotografía funciona muy bien en el campo, en las imágenes más oníricas (más reflexivas), pero el resto del filme es algo de lo más mundano.

Pascal Gaigne (También la lluvia, 2010 / La parte de los ángeles, 2012), el cual ya había colaboradora anteriormente con Icíar y, es estrecho colaboradores de Ken Loach, director de filmes británicos como "Mi nombre es Joe"; firma el guión.Os cuento esto para que medianamente veáis de dónde viene, que sabe lo que hace o, eso pensaba yo. Ya que, estos personajes tan realmente españoles, tan contemporáneos, les falta el punto y final (como a España ahora mismo). A lo mejor, es una alegoría, es decir, todo el filme empieza y acaba como si no hubiera pasado nada, me explico, la trama avanza, es explicada, comprendida, meditada y finalizada. Pero, sus personajes, aquellos que nos han mostrado sus vidas se vuelven a quedar como antes, unos más que otros sí, pero al final nuestros personajes principales se quedan callados, en silencio, sin rematar el viaje que han realizado.

Sobre todo, nuestra "heroína", a ver, lo pongo así porque está claro que ella se comporta así porque refleja en los demás lo que a ella misma no le gusta de ella, por eso echa broncas, grita se enfada con todo el mundo, es su modo de protección (su muro) para que a ella misma no le hagan daño y ella no hacérselo a los demás… Cansa, finalmente cansa, porque no avanza no hay quien derribe ese muro, se atisba un poco, pero nada, ella es errática, no fuerte, errática.
Ese para mí, es el gran fallo del filme, no rematar a sus personajes, no darles una mínima salida, simplemente consigue su objetivo y después siguen como si nada, cuando lo importante hubiera sido conseguir el objetivo físico para poder avanzar en el mental y, para mí, no ha sido así en el filme.

El elenco, es corto, hay pocos personajes, aunque los seleccionados son vivos ejemplos de los españoles. Anna Castillo (Promoción fantasma, 2012) nos muestra lo difícil que puede ser la vida, los caminos a los que nos tenemos que afrontar y lo hace de forma fiable, sus chillidos se te meten en la cabeza y realiza una interpretación correcta su personaje. Javier Gutiérrez (El desconocido, 2015) está bien, hay en películas dramáticas que está mejor, aquí se le va un poco el ramalazo de cómico que lleva dentro, pero se le paran los pies a tiempo.
El resto, de los actores, no desentonan, aunque el mejor de todos es Manuel Cucala, debutante en esto del cine (pero no en la actuación) que simplemente con una mirada nos explica todo lo sucedido, lo que piensa, lo que cree…, todo.

No hay mucho más que decir del filme, está bien, está correcto, es bueno, está bien contando, solamente le falló el no saber rematar. Y eso, que tiene mucho simbolismo, mucho trasfondo que puede (y debe) calar en la sociedad. Un pena que se quedará a las puertas de redondear el trabajo señorita Bollaín.

Puntuación: 7/10

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Hincame el diente

Hincame el diente, 2010

Sin faltar al respeto 

Cuando se hace una película, muchas veces lo que se escribe, lo que se planifica, lo que se rueda y lo que se monta pueden ser cuatro cosas totalmente distintas. De la imaginación a la realidad puede haber años luz.

Ahora bien, una película fallida tiene un trasfondo loable, se puede apreciar que las intenciones eran buenas, se puede ver ganas de contar una historia con entusiasmo, se puede ver un punto de partida original o curioso, se pueden ver una gran cantidad de buenas intenciones pero que, por determinados motivos, no ha salido redonda.

Esto no pasa con “Híncame el diente”, una película que roza o entra directamente en la falta de respeto. En no entender que un espectador es una persona que paga por ver un producto, divertirse, emocionarse o reflexionar, y que está invirtiendo un tiempo en ello.

“Híncame el diente” repite por antonomasia la fórmula de “Scary movie”, parodiar un determinado tipo de película con gags irregulares o directamente malos.

Pues bien, esa fórmula llevo décadas quemada y, como es lógico, no funciona y esa intención en parodiar las películas de vampiros adolescentes acaba siendo una sucesión de supuestos gags sin ninguna gracia y, por supuesto, olvidándose de una cosa llamada “trama”.

Una pena porque, aunque el punto de partida es sencillamente imposible o ya estaba quemado antes siquiera de escribir el guion, la película cuenta con una factura técnica seria o todo lo seria que le dejan los responsables de la película a sus técnicos.

Las interpretaciones son sencillamente insuficientes, pero no es culpa de los actores. Un actor con un buen guion y unos buenos ensayos, puede lograr ser brillante en la pantalla. Esta tiene unos actores con un guion (Me está pareciendo mucho llamar “guion” a eso) lamentable, que parece que les han dicho que se lo tomen en serio para que resulte más cómico en la pantalla, y cuyo único resultado es lo contrario.

Una cosa admirable de los responsables de este bodrio faltón es que es difícil que una película de una hora y veinte minutos resulte aburrida. Precisamente, el ritmo tendría que ser muy ágil y por lo tanto muy entretenida. Pues no.

Eso es posible si se cuenta con una trama, una lógica y un guion más o menos redondo. Ninguna de estas tres cosas está en la película.

“Híncame el diente” hinca el diente a la inteligencia del espectador, a su tiempo y a su bolsillo, dejando una sensación de pérdida de tiempo, posiblemente de dinero y la sensación de haber sido insultado.

Nota: 0 de 10

Gerardo Fernández Ramos

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Tarde para la Ira

Tarde para la Ira, 2016 

Brutal comienzo de un no tan novel director.

Esta película narra una brutal historia, que simple y llanamente es una venganza personal.

Raúl Arévalo, el respetadísimo actor de filmes como "La Isla Mínima" o "Primos", se pasa a la dirección de una manera excesivamente solvente. Puede ser la suerte del principiante, o tal vez no sea tan principiante como aparenta ser.
Lleva pensando en esta película siete años y eso hace que sepa perfectamente qué quiere y, lo mejor de todo, sabe cómo conseguirlo (porque ha tenido mucho tiempo). Además, sabe cómo dirigir a los actores, ya que él como actor, es bastante bueno (no solamente solvente). 

Como película novel utiliza la cámara el hombre, paneos bruscos de cámara, es decir, utiliza recursos muy modernos de thrillers muy contemporáneos y los introduce en esta historia de venganza.
Narra con pulso firme, es verdad que deja huecos en vacío, es decir, es una realización muy taimada a la par que brusca y ese contraste hace que no pierdas el hilo de la narración y tampoco pierdas el interés, ya que, siempre están pasando cosas.
Además la atmosfera conseguida, no solo es de un thriller, si no, que algunos momentos, algún plano de seguimiento de la nuca del actor, recuerda más a un western urbano que a cualquier otra cosa.

El guión, corre a cargo del propio Arévalo y David Pulido, ambos debutantes en esto, aunque con la idea muy clara de que querían hacer.
El guión, recoge muy bien los mejores elementos de este género y los personajes, no solo se quedan en la simple superficie del topicazo, ahondan un poco más y los desmarquen de los clásicos personajes, haciéndoles un pelín más humanos, mas reflexivos, más tensos…
Aunque, he de decir, que tiene uno de los mejores giros de guión que he visto en unos años, algo de agradecer, por mucho que el guión este marcado por el género, tiene esos elementos diferenciadores que se agradecen y así parece que estés viendo una película completamente distinta.

Actores…, actores no, actorazos. Antonio de la Torre (Caníbal, 2013) y Luis Callejo (Kiki, el amor se hace, 2015) nos brindan una pareja de actuación soberbia. Se aguantan perfectamenteentr ellos para no pisarse el uno al otro. Lo mejor, sus miradas cruzadas cuando la pantalla está impregnada de una calma tensa que precede a la tempestad.

Quiero deberme, y quiero pediros que estéis atentos a la primera secuencia de la película, empieza de improviso, tranquila, pero sabiendo que pasa algo y lo que sucede es tan bueno, no por lo que sucede que prácticamente no se ve nada, si no, por lo que transmite; transmite terror, tensión, dureza, sobrecogimiento… Un montón de elementos que se llevarán a cabo durante el filme y, todo ello narrado, con un pulso firme y decidido de un plano secuencia, de los mejores del cine español desde la película "10.000 KM".

En general, es un buen comienzo. Se pueden esperar grandes cosas del señor Raúl Arévalo, que ha aprendido bastante de su primo Daniel Sánchez Arévalo y de tantos directores que lo han dirigido, así que, habrá que seguirle de cerca; aunque tarde otros siete año.

Puntuación: 8/10

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After Earth

After Earth, 2013

Fallo total.

La definición exacta de este filme es, buenas ideas mal desarrolladas. Empieza ya muy raro y extraño, incluso forzado, para explicar en qué universo se va a mover, podría haber sido más suave, más ameno, más normal, pero está introducido a cascoporro y apenas te enteras, incluso si lo analizas, la raza humana se merece ser exterminada. Buena estética, visualmente convence y técnicamente correcta, falla el guión de manera garrafal intentado dar lo que no tiene y lo que tiene lo olvida y lo difumina entre acción y algo de aventuras.

M. Night Shyamalan (El sexto sentido, 1999) vuelve a fracasar una vez más. Es un buen director, porque crea un buen mundo, hace unos buenos cimientos, pero no los desarrolla, incluso los olvida entre tanta capa rara y acaba fracasando y cayendo en trampas que el mismo se genera y no sabe como solventarlas.

Es verdad, que técnicamente es correcta, los planos utilizados funcionan, donde coloca la cámara e incluso los efectos especiales son correctos, pero no casan con la historia, es decir, lo que veo así como cuadro mola, pero lo que cuenta es intrascendente, sin sentido y sin una idea clara de lo que quiere que sea la historia.

Vamos hablar del gran fallo de este filme, el cual es el guión, que es muy flojo, es una buena idea, más o menos, se puede trabajar con ello, pero está muy mal desarrollado, la estructura que tiene no es muy complicada es, my normalita, pero la historia que tiene es muy simple y tan simple es que está agotada en los primeros diez minutos y pierde interés, intentas por mantener la atención e incluso rezas para que suba de categoría, algo que nunca pasa y te das cuenta de que no hay más que estas cuatro paredes, que no puede haber nada más porque te lo llevan diciendo desde el principio entones solo puedes esperar lo esperable y eso aburre, no convence. Giros de guión muy débiles, porque no hay de dónde tirar y el final pues, el normal, el que cavia esperar.

Se puede intentar ver la película como drama familiar en el que el hijo debe madurar y seguir el camino que le marca su padre, pero es que, tampoco van por ahí los tiros… El guión, está perdido en sí mismo y eso hace que el espectador se pierda con extrema facilidad.
Shyamalan falla como guionista, pero esta vez no cae solo le acompañan Gary Whitta (El libro de Eli, 2010).

En cuanto al reparto, que es hablar de los Smith. Que se puede decir…, que Will Smith (Siete almas, 2008) le cede el testigo a su hijo Jaden (The Karate Kid, 2010), y su hijo demuestra que no es capaz de coger el testigo, le queda mucho todavía y no te lo crees, te acabas riendo de él. Me molesta decirlo, pero el señor Smith está mal, es una de las interpretaciones más sosas, tiene que hacer de hombre superduro, que no trasmite, no tiene emociones, etc. Conseguir lo consigue, pero no se le ve ni a gusto ni nada, está forzando todo el rato y no termina de gustarte el personaje.

Destacar al menos, el buen trabajo de desarrollo artísticos, buenos decorados y buena reconstrucción de la Tierra dentro de mil años, es decir, lo visual muy guay.

En definitiva, no es un buen filme y a Shyamalan se le están acabando los cartuchos para volver a convencer (al menos a mí).

Puntuación: 3/10

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Acción mutante

Acción mutante, 1993

El señor De La Iglesia en estado puro.

He tardado mucho en verla, y espero que vosotros no cometáis ese error porque menuda ópera prima se marca.

Una historia espacial, en una galaxia muy española; esa es la premisa de este filme descabellado. El cual marcaría el camino a seguir por Alex de la Iglesia.

Sigue el estilo que dejo con Mirindas Asesinas, pero se deja llevar aún más allá en sus locuras, en sus transgresiones y en ese humor negro, negro que tanto le caracteriza.

La realización a cargo de Alex de la Iglesia es para mear y no echar gota. Tiene planazos, movimientos impensables para un novato y sencillamente te sumerge en esta historia imposible. No se deja amedrentar y se pone a la altura del guión, podía haber hecho algo más simple, pero Alex no es así y lo da todo. Lo mejor de la película es esa atmosfera de sentir estar en una galaxia muy, muy lejana, pero excesivamente española. A la vez, de crear unas situaciones que posiblemente marcasen a toda una generación de cinéfilos en este país.

El guión, suyo y de su colega Jorge Guerricaechevarria es sublime. Siempre deberían trabajar juntos, yo creo que de la pareja de guionistas más productiva de este país, junto con Alejandro Amenábar y Mateo Gil.

Coge una historia de un secuestro y lo eleva a una potencia superior, poniéndolo en el futuro, con armas, disparos, locuras, paranoillas, engaños… Es decir, todo lo que tiene que tener una película de acción, que al final es en lo que se convierte. Tiene unos buenos giros de guión, no te explica todo el universo, algo que no es necesario porque la película no requiere de eso, simplemente explica lo necesario para entender a historia principal y así no perder al espectador.
El guión no se queda colgado, no tiene pies cojeando por no bucear más en ese universo, ni nada por el estilo, es simplemente increíble. 

El elenco de actores está a la altura, el señor director les dice muy bien que han de hacer en este mundo de atrezzo y fantasía, todos se dejan aconsejar y ponen de su parte para que siga adelante.

Destacar a Antonio Resines, de sus mejores papeles, haciendo de malo malísimo deformado. A Fernando Guillen y a Alex Angulo por ser unos grandes actores de reparto y haciendo lo que tienen que hacer.

Poner especial atención en la creación de los escenarios, ya sean, los de la nave espacial o los planetas a donde nos conducen nuestros personajes, todo muy cuidado y generando esa atmosfera que, la falta de dinero en una buena fotografía sabe suplir.

A destacar la banda sonora, que es exquisita. La verdad que muy bien escogida y muy bien mezclada y puesta en el film con maestría.

Simplemente decir, que tiene unos buenos homenajes a Star Wars, como no, e incluso algo de Tarantino, algo que cuando lo ves dices: “Dios que grande…” Y luego al ver fechas dudas de tu existencia.

Imprescindible.

Puntuación: 8/10

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15 Años y un día

15 Años y un día, 2013

Como la vida misma.

La película nos ofrece un retrato tan típico, tan homogéneo y, a la vez, tan lleno de vida, que rezuma entusiasmo, frescura e inteligencia en cada uno de sus frames.

Es verdad, puede ser un relato que estemos hartos de ver, con las situaciones más clásicas (que además no se despegan mucho de otros filmes) y unos personajes muy "standards", pero ahí viene la clave, ésta está llena de detalles, de matices, con una historia detrás que marca la diferencia con cualquier otra película que se asemeje a esta. La película trata (un poco de sinopsis) de un chaval, el clásico chaval con los normales problemas de un adolescente, tanto aquí como en la china popular; al chico le expulsan, su madre (harta, y con razón) le envía con su abuelo, ex militar; y en ese pueblo, con un "problemilla" de bandas de sudamericanos, junto con las enseñanzas del abuelo, harán que nuestro prota madure, mejore y nos regale secuencias tiernas hasta el infinito (nunca creí que lavar el pelo a alguien pudiera transmitir tanta ternura).

Gracia Querejeta (Siete mesas de billar francés, 2007) se pone manos a la obra en otra gran obra suya. Dirige un filme lleno de verdad, de realidad, que abruma hasta qué punto ha conseguido desgranar la realidad para poder ficcionarla y que no parezca artificiosa.
Además la realización es muy tierna, muy suave. Maneja el tempo de la película, para no cansarte en ningún momento y que siempre tenga que pasar algo interesante y curioso.

El guión corre a cargo de la misma Querejeta y de Santos Mercero (escritor de series de televisión como El pacto ó Hospital Central) Generan, en verdad, una buena atmósfera, donde todo cabe y nada descuadra. Las enseñanzas de un ex militar, con las de un "pandillero", junto con las mismas que él mismo descubre; hace que veamos una evolución del personaje y que nosotros cambiemos con él y nuestra forma de pensar tanto de él como de la sociedad en general. Nunca hay que cerrarse, siempre hay que mirar hacia delante, siempre juntos. Son muy buenos los momentos abuelo-nieto y hay absolutas perlitas. Impresionante.

Pero, nada de esto sería posible sin unos enormes actores. Maribel Verdú (Blancanieves, 2012) me embelesa cada vez que está en pantalla y Tito Valverde (Reinas, 2005), que fan soy de Valverde, nunca perderá esa esencia y hace de bonachón al tipo más duro del mundo, que te lo crees siempre. Y nuestro prota, el que nos conduce a la madurez Arón Piper, tiene un buen futuro si sigue currando así.

En fin, tal vez yo sea my permisivo con ella, pero a mí me encanta y su cine me apasionada y lo critico como quiera. Me gusta como cuenta y lo que cuenta. Es una forma muy personal y, yo la entiendo. Y pretendo que el mayor número de personas la entiendan o por lo menos la respeten. Es un buen filme, con una factura técnica impecable y un guión que le viene al pelo.

Gran filme.

Gracias Querejeta.

Puntuación: 7/10

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Truman

Truman, 2015

Sobrecogedoramente humana.

Una película en la que simplemente quedarse con la historia de un hombre que desea dejar a su amado perro con la mejor familia posible es…, quedarse simplemente con la guinda del pastel.
La película trata de la amistad, de la vida, de los caminos que escogemos, del amor, de la muerte. Es maravilloso como un simple reencuentro de dos amigos, en plena madurez de sus vidas, puede trascender tanto y abarcar tanto sin que te des cuenta.

Cesc Gay (Una pistola en cada mano, 2012) nos deleita con una historia humana, pero más que humana es una historia universal. Como dos amigos de toda la vida, tomaron decisiones en sus vidas que les separaron, aunque, una simple llamada, un simple abrazo, un apretón de manos, sirve como perdón; en esas miradas se puede mascar una amistad eterna, algo que nada ni nadie podrá destrozar.

Y eso lo crea él, con un buena colocación de la cámara, una preciosa puesta de escena, esos elementos narradores son competencia del señor director, el cual nos abruma con lo acertado que está en el filme.
No nos aburre, simplemente utiliza de nexo de unión de la historia el deseo del protagonista de dejar a su perro (a su otro hijo) en buenas manos y, ese camino, nos conduce a través del recuerdo de su infancia, a través de la familia, de su madurez, de los hijos, es decir, de la vida más terrenal, más simple, a la que todos aspiramos y que a veces olvidamos para dedicarnos a otros placeres, pero que los momentos decisivos está ahí y siempre estará aunque no lo creamos.

Y, de esos, elementos se nutre el guión, redacto con maestría por Cesc Gay y su amigo Tomás Aragay (Ficció, 2006). Un guión muy inteligente que narra sin contar nada evidente, simplemente avanza y tú solito te vas dando cuenta de lo que está ocurriendo, porque, es verdad, nadie utiliza las palabras claves, pero el momento creado, el propio desarrollo de la escena es tan inteligente que únicamente con una frase que se podría menospreciar en este filme adquiere un protagonismo que no siempre se consigue.

Algo digno de admirar. Además, que la película tiene una reflexión brutal sobre la eutanasia, el poder de decidir de estoy cansado y simplemente quiero que esta enfermedad acabe conmigo de la forma más indolora es profundamente dramática y el no aceptar ese elemento del filme es no ser lo suficientemente maduro para comprenderla, ya que, gracias a la comprensión de la muerte el filme se convierte en un canto ese canto a la vida, en ese justo momento de saber valorar lo que uno tiene, tuvo y tendrá.

El elenco elegido para llevar a cabo tal historia es sencillamente cautivador. Desde la prima, interpretada por Dolores Fonzi (El crítico, 2013) que sirve como elemento racional de la película.

El amigo, que nos deja obnubilados a todos Javier Cámara (La vida inesperada, 2014) es sobre cogedor su personaje, simplemente llega para terminar de ordenar y su interpretación es pausada, llena de vida y sabiduría, pero se deja llevar por las circunstancias porque, en el fondo, sigue siendo humano. Aunque, el gran triunfador y el que nos deleita con una actuación que es sobresaliente y no porque se haga notar mucho en la película, es Ricardo Darín (Relatos Salvajes, 2014) Él es el protagonista porque de él trata el relato, pero conduce ese peso de una forma tenue, con discreción que te aferra más el alma, ya que, él tiene asumido su destino y lo sabe y, simplemente, quiere llevarnos a un lugar donde estemos todos mejor.

En definitiva, no es una película con una factura técnica impecable, ni con una técnica deslumbrante, ni unas localizaciones sorprendentes…, simplemente es una película humada que narra una historia humana y, los elementos cinematográficos al alcance del equipo se utilizan para contarla, no requiere de movimientos de cámara soberbios ni nada por el estilo, eso aquí hubiera deslucido el filme.

Puntuación: 8/10

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